frontera mar tacnaPor Frank Guerrero

Ante la reiterada negativa del Gobierno Chileno de no abordar los temas vinculantes a la verdadera demarcación marítima nacional, esto me lleva especular como Peruano que a pesar de todas las vicisitudes con las que el Perú ha tratado de zanjar este espinoso tema para Chile, que a pesar que desde 1952 está usurpando aguas marinas y submarinas que nos les pertenecen, más bien son patrimonio nacional y por lo tanto debe ser incorporado a la heredad nacional, es absolutamente inverosímil que desde hace más de 54 años el pirata expansionista del sur tenga en su poder soberanía ajena y nosotros ¡bien gracias!

Es obvio que las relaciones bilaterales deben transitar con la concordia que amerita este tipo de controversias, pero la verdad es una y sólo quedaría el camino expedito para la Cancillería: llevar al pirata a los Tribunales Internacionales y someterlo a prueba, si quiere solucionar el impasse, específicamente, La Haya (Holanda). La estrategia es simple, el derecho internacional es uno de los elementos contundentes. 

En el ámbito del derecho internacional lo más recomendable es la Corte de la Haya y con todos los fundamentos que ostentamos para salir airosos ante los chilenos. Por ello el Ministerio de Relaciones Exteriores haría muy mal dilatando el tema de la delimitación marítima, ya que es una Política de Estado.

Sabemos que la Política Exterior la Dirige el Presidente de la República y por ello con justa razón debe el Jefe de Estado hacer prevalecer los intereses permanentes del país ante todo, lo cual no está ocurriendo en esta administración.

Si bien es cierto el diálogo es importante para superar cualquier diferendo fronterizo o limítrofe, aquí lo que prima es que los 35,883 km2 son de soberanía marítima peruana y me llama la atención que la prensa misma no tome con mucho énfasis y profesionalismo el tema en mención. No es cuestión de nacionalismo o patriotismo sin sentido. Debemos enmendar errores para no arrepentirnos luego, a veces dicen que la historia se repite, pero lo que sí es cierto es que es un clamor nacional la reivindicación de estas aguas legítimamente nacionales y que además tienen en su haber riqueza ictiológica inexistente en otros océanos. 

Así pues vemos que a través de los últimos años el comportamiento del vecino expansionista del sur ha sido descalificante. Va desde la venta de armas al Ecuador, en pleno conflicto en el Alto Cenepa hasta la difusión de un vídeo en la Aerolínea Lan Perú lesionando el turismo receptivo ante los ojos del mundo, los temas de propiedad intelectual también están al tapete, esto sin contar con el abusivo proyecto de un TLC con Chile, cuyo objetivo final es la dominación con el pretexto de las inversiones en el Perú. Esto lo peruanos de buena voluntad no debemos aceptar, así estaríamos convalidando algo similar a lo que ocurrió en 1879.

Otros temas tan humillantes, como la construcción del museo Huáscar, que es tildado como trofeo de guerra, un Huascar que fue el símbolo del Caballero de los Mares, que con esa nave ponía nerviosos a todos los chilenos en la Guerra del Pacifico.

En la acción del Almirante Grau quedó demostrado que su inmolación no fue en vano, pero sí deja mucho que desear que autoridades viajen a Chile y se arrodillen ante el usurpador por nada.

Las inversiones chilenas en el Perú en su mayoría son producciones muy por debajo de la calidad de las nacionales y en el tema del sistema financiero, existen ya casi 2 bancos de la estrella solitaria,

Debemos fijar posición los peruanos y autoridades, no existen tratados internacionales con Chile en materia de delimitación marítima y por consiguiente el camino se debe concretar mediante un arbitraje en la corte de la Haya a fin de hacer prevalecer nuestros plenos derechos en aguas marinas y sobre la base de nuestra triunfal tesis de las 200 millas.

Ahora más que nunca debemos ir a un debate internacional sobre demarcación marítima y que el tema sea mas técnico que político, ya que por lo visto las potencias mundiales a través de Chile desean despojarnos de nuestro mar, que es muy rico en especies Ahora mas que nunca, con el boom pesquero y gastronómico de la anchoveta ―que el Perú tiene en miles de millones de toneladas por pescar― debemos estar alertas, ya que Chile pretende legitimar un límite marítimo a través de una línea paralela al litoral, apoderándose de una zona de mas de 35,000 km2, rica en variadas especies marinas lo cual es una afrenta al pueblo peruano.

Podrán tener ellos muchas explicaciones (chilenos) pero ese Mar de Grau es netamente peruano, reconocido y sacramentado. Ahora la pelota está en la cancha del señor García Pérez y del señor José Antonio García Belaunde.

No dejemos que Chile ejerza plena supremacía en estas aguas. Que el Perú despierte de su letargo y tenga la capacidad negociadora a través de nuevo equipo y material bélico con el propósito de mantener las operaciones en el Pacifico Sur a favor de nuestra patria, que ha sido mutilada hasta por gusto.

Llevemos a los chilenos a la Corte de la Haya. Geopolíticamente el Perú tiene mayor presencia en los foros internacionales. Ahora debemos instalar una comisión ad hoc que reivindique la soberanía nacional en el seno de la patria.

Señores del Gobierno, reorienten la política exterior peruana en favor del País. No al intervencionismo.