Ana Mari Sanchez 2
Canciller Ana María Sánchez

Oswaldo de Rivero    

La “discreción” de la Canciller del Perú frente a los “castigos” del Canciller Heraldo Muñoz y ahora ante exabrupto del Ministro de Defensa de Chile sobrepasa la prudencia diplomática y la lleva a una invisibilidad política que se explica solo por su temor personal a actuar por falta de experiencia.

Y lo peor es que el exabrupto del Ministro de Defensa de Chile, reclamando territorio que, según el artículo segundo del Tratado de 1929, es peruano, es muy peligroso porque es torpe, ya que crea un impasse que puede ser insuperable en las relaciones entre ambos países al reclamar un territorio, que por chico que sea (3.7 hectáreas), en el contexto de la relación histórica es una afrenta al Perú, porque significa ceder aún más territorio después de haber cedido el Perú con el Tratado de Ancón más de 100 mil km2 con Tarapacá y además el importante puerto de Arica con el Tratado de 1929.

¿Más territorio aún? ¡Nunca jamás! Qué relaciones de amistad, que nos lleven hacia una nueva relación post La Haya, pueden existir con un país que no termina de pedirnos más territorio, ahora con un exabrupto montado sobre la tremenda falacia del mercurial presidente Piñera, de que del fallo de La Haya sobre la frontera marítima se infiere que la frontera terrestre comienza en el hito uno.

Además, es muy curioso que el Ministro de Defensa de Chile salga con este exabrupto en el mismo momento que se investiga en Chile un gran escándalo de fraude dentro del ejército chileno seguido de otro gran escándalo como es el encuentro de cocaína en un container con motores de vehículos acorazados chilenos enviado a Suiza para su reparación. Tal vez esta bravata del ministro chileno es para desviar la atención de sus escándalos hacia la “maledicencia del Perú” de establecer un nuevo distrito “en territorio chileno”.

De todas maneras, lo dicho por el Ministro de Defensa chileno muestra una peligrosa codicia geopolítica que, aunque sea de solo 3,7 hectáreas, es peligrosa porque no es realista, ya que no hay un solo peruano que apoye ceder más territorio a Chile por pequeño que este sea. Entonces, pedir algo que es imposible de negociar nos va llevar a la disuasión militar mutua; sí, mutua porque el Perú no es el país de 1879.

Si Chile provoca un incidente armado se puede llevar una sorpresa. En todo caso, toda la hipótesis de guerra chilena con el Perú, basada en un revanchismo peruano y una posible reclamación, de por lo menos Arica por el Perú, no ha funcionado. Es Chile el que reclama ahora territorio al Perú. ¿Por qué? Mala leche por perder en La Haya o para un arreglo futuro con Bolivia, no lo sabemos, pero es un juego peligroso e innecesario.

Anteriormente, a este reclamo territorial, la majadería de canciller chileno Heraldo Muñoz no ha dejado de sorprender cuando “penalizó” al Perú, anteponiendo a la diplomacia que significa diálogo, su conocido fanatismo futbolístico como fue pretender darle una “tarjeta roja,” al Perú, decidiendo unilateralmente: no más reuniones 2+2, retiro del embajador en Lima, no más encuentros entre Humala y Bachelet, actitud que inclusive llegó hasta el colmo de ningunear al mismo Presidente del Perú en su propia casa, al negarse la presidenta Bachelet a tener un reunión con Humala cuando vino a Lima con motivo de la reunión de los Presidentes de la Alianza del Pacífico. Y ante toda esta majadería, el Gobierno peruano ha aguantado sin chistar.

Bueno, basta ya, es tiempo que nuestra Cancillería le dé un plazo a la Cancillería chilena para que regrese a la realpolitik y normalice las relaciones con el Perú, y si no acepta, bueno, no más cooperación bilateral, no más embajador peruano en Santiago hasta que termine el gobierno de la señora Bachelet.

Al fin y al cabo, este gobierno chileno es el más impopular después de Pinochet y ha sido Bachelet y su canciller quienes han escogido “congelar” sus relaciones con el Perú.

costa seca

Límite Perú - Chile

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De todas maneras, lo dicho por el Ministro de Defensa chileno muestra una peligrosa codicia geopolítica que, aunque sea de solo 3,7 hectáreas, es peligrosa porque no es realista, ya que no hay un solo peruano que apoye ceder más territorio a Chile por pequeño que este sea. Entonces, pedir algo que es imposible de negociar nos va llevar a la disuasión militar mutua; sí, mutua porque el Perú no es el país de 1879.

Diario Uno, 30.12.2015