“-cuándo no-”

En el diario Perú.21, del 4 de marzo de 2008, en el editorial “La opinión del director”, con el título “Bien jugado”, Augusto Álvarez Rodrich escribe:

Dentro de la obvia complejidad de la situación crítica que ha estallado entre Ecuador, Colombia y -cuándo no- Venezuela, la cual sin duda roza al Perú por razones geopolíticas y por el estado actual de las relaciones con dichos países, el gobierno peruano ha sabido ubicarse con prudencia, sin quebrar posiciones expresadas previamente, ni zafar cuerpo, lo cual parece imposible.

Comentario:

Es muy frecuente que se desconozca el empleo correcto de la raya, signo que en este caso (en “-cuándo no-” ) introduce un inciso, para lo cual también podrían usarse las comas. En el ejemplo de Perú.21 la raya ha sido reemplazada por el guión, signo que es más corto y cumple otras funciones. También debe evitarse escribir dos guiones juntos en lugar de la raya ("--"), pues en todas las computadoras es posible emplear la raya.

En el texto citado también se ha empleado mal la expresión cuándo no, que debe ir acompañada de los signos de interrogación o exclamación.

Además, siendo el párrafo extenso, la redacción resulta confusa, especialmente si es una oración completa. La secuencia “-cuándo no- Venezuela, la cual” es ambigua, porque la cual puede referirse a Venezuela, a la complejidad o a la situación. La redacción debe facilitar la comprensión al lector y no confundirlo, de lo contrario se incurre en oscuridad.

El empleo del pronombre relativo compuesto lo cual también resulta ambiguo y agrava el problema de oscuridad del párrafo, pues lo cual podría relacionarse tanto con las ideas “quebrar las posiciones expresadas previamente”, como con “zafar cuerpo”, con “roza al Perú” o con “el gobierno peruano ha sabido ubicarse con prudencia”.

Por otro lado, antes de la conjunción ni se ha empleado una coma innecesaria.

La construcción adecuada sería por ejemplo:

El gobierno peruano ha sabido ubicarse con prudencia, sin quebrar posiciones expresadas previamente ni zafar cuerpo (lo cual parece imposible) dentro de la obvia complejidad de la situación crítica que ha estallado entre Ecuador, Colombia y —¡cuándo no!— Venezuela, crisis que roza al Perú por razones geopolíticas y por el estado actual de las relaciones con dichos países.