En el diario El Comercio de hoy 18 de enero de este año, con el título “Los que no marchan”, se lee en su editorial:

Si esto fuese conocido o entendido, este Diario se resistiría a creer que habría quien salga a protestar de buena fe en nombre de la “justicia social” porque se está dando una ley que hace más barato – y por lo tanto más posible– que parte de personas que hoy no tienen ningún derecho laboral pasen a acceder a alguno de ellos. Salvo, claro, que se entienda que la “justicia social” es algo que puede ser adquirida por una minoría (los que tienen la suerte de estar contratados por las empresas, en su mayoría grandes, que trabajan en la formalidad) a costa de una mayoría (los que ven sus posibilidades de ser contratados formalmente disminuidas cuanto más caros sean estos tipos de contratos, en un país en el que los empleadores de dos tercios de la población empleada son mypes).

Comentario

1) Se ha empleado mayúscula innecesaria en “Diario”. Si se trata de un diario, corresponde mayúsculas para su nombre: El Comercio, Expreso, etc., pero no para el sustantivo común diario.

2) Se ha empleado mal la intercalación “– y por lo tanto más posible–“. Hay dos errores: emplear guión () en lugar de raya (—) y la inserción de un espacio tras el guión, anteponiéndolo a la frase.

3) Hay falta de concordancia en «la “justicia social” es algo que puede ser adquirida». El adjetivo “adquirida” está en función del pronombre indefinido “algo”. Decimos algo adquirido, no "algo adquirida".

Con las correcciones tenemos:

Si esto fuese conocido o entendido, este diario se resistiría a creer que habría quien salga a protestar de buena fe en nombre de la “justicia social” porque se está dando una ley que hace más barato —y por lo tanto más posible— que parte de personas que hoy no tienen ningún derecho laboral pasen a acceder a alguno de ellos. Salvo, claro, que se entienda que la “justicia social” es algo que puede ser adquirido por una minoría (los que tienen la suerte de estar contratados por las empresas, en su mayoría grandes, que trabajan en la formalidad) a costa de una mayoría (los que ven sus posibilidades de ser contratados formalmente disminuidas cuanto más caros sean estos tipos de contratos, en un país en el que los empleadores de dos tercios de la población empleada son mypes).