En el portal del diario español El País del 7 de noviembre de 2014, con el título “Un atasco en el Hospital Clínico inunda la cocina de agua residual”, se lee en el artículo de Pilar Almenar:

El Hospital Clínico de Valencia ha amanecido este viernes con la cocina inundada por aguas residuales que, según explica el sindicato UGT, "emanaban de los aliviaderos por un atasco de los desagües generales".

Repite en la leyenda de la foto:

El desagüe de las cocinas del Hospital Clínico emana agua de su interior.

 

Comentario

1) El verbo emanar se emplea para gases y sustancias volátiles, no para líquidos, como el agua. El agua mana, no “emana”.

2) Es preferible evitar palabras inútiles o la redundancia, como en “El desagüe de las cocinas del Hospital Clínico emana agua de su interior.”. En el contexto, el agua sólo puede salir del interior, no del exterior del desagüe. Con mayor razón si se trata de una leyenda, donde los textos deben ser breves.

3) Hay que tener en cuenta que el verbo manar es intransitivo. Se usa como salir. Así, decimos por ejemplo: sale agua del desagüe y no “el desagüe sale agua”, que sería como decir “el desagüe mana agua”.

4) Además, se podría ser más precisos en la leyenda, pues es normal que en todos los desagües el agua discurra, lo raro sería que no mane por su curso regular. En el caso analizado, lo anormal es que el agua residual no haya manado por las tuberías hacia su destino final, sino que haya salido de su curso y termine dentro de las cocinas,

Podemos decir por ejemplo:

El Hospital Clínico de Valencia ha amanecido este viernes con la cocina inundada por aguas residuales que, según explica el sindicato UGT, "manaban de los aliviaderos por un atasco de los desagües generales".

En la leyenda bastaría decir:

El agua mana del desagüe a las cocinas del Hospital Clínico.