En el diario limeño Correo del 28 de marzo de este año, con el título “Mataron a campesino porque habría reconocido a delincuentes”, se lee:

 

Ahí, cerca a la medianoche, la pareja recogió la chala, se sentó en la chacra y mientras planeaban ir a la feria para vender el maíz cosechado, escucharon ruidos en el maizal. Sin presagiar que los presuntos ladrones estaban armados, Ángel, corrió gritando “están robando” y con su jebe fue al encuentro de los maleantes. Segundos después, se le escuchó decir: “yo te conozco, le diré al moroco” y esa fue su sentencia. Uno de los facinerosos le disparó en la cabeza y lo mató. Luego, el bandido armado, apuntó en la cabeza a Nadia Vilchez, mientras su cómplice le decía “matála”.

 

Comentario

El uso de presagiar para situaciones presentes está de moda en la prensa. Un presagio indica el conocimiento de acontecimientos futuros, por adivinación o conjetura. En el ejemplo el autor incurre en impropiedad léxica, pues no emplea el verbo presagiar para un suceso futuro, sino para uno del presente: los ladrones estaban armados, lo cual era algo que la víctima no sabía ni suponía.

Podemos decir por ejemplo:

Ahí, cerca a la medianoche, la pareja recogió la chala, se sentó en la chacra y mientras planeaban ir a la feria para vender el maíz cosechado, escucharon ruidos en el maizal. Sin pensar que los presuntos ladrones estaban armados, Ángel, corrió gritando “están robando” y con su jebe fue al encuentro de los maleantes. Segundos después, se le escuchó decir: “yo te conozco, le diré al moroco” y esa fue su sentencia. Uno de los facinerosos le disparó en la cabeza y lo mató. Luego, el bandido armado, apuntó en la cabeza a Nadia Vilchez, mientras su cómplice le decía “matála”.