el portal del diario español El País del 8 de junio de este año, con el título “¿Cuánto duele el tratamiento de injerto capilar? Así se vive desde dentro del quirófano”, se lee en el artículo de Rafael Benítez y Javier Moya:

 

Llegamos a la clínica Millán & Vila-Rovira, nuestro sancta sanctorum capilar, y nos cruzamos con algunos pacientes con gorra que han venido a revisión tras el transplante. Aprovechamos para lanzarnos miradas de solidaridad, complicidad y empatía que dicen a las claras "Estamos juntos en esto, somos como una especie de hermandad, somos una fraternidad, estamos en el mismo barco" y cosas así.

 

Comentario

Se dice trasplante, no “transplante”.

1) Los autores emplean el latín (por ello las cursivas) para decir “sancta sanctorum”, pero lo hacen mal, pues debe escribirse así: sancta sanctōrum (omitieron el signo de vocal larga sobre la o). Si no se conoce bien las expresiones en otros idiomas, mejor no emplearlas. En este caso pudieron decir sanctasantórum, que es como se escribe en español.

2) Después de “gorra” falta coma, pues continúa el pronombre relativo que.

3) Faltan los dos puntos (:) antes de “Estamos juntos…

4) Las comillas no son dos rayas verticales. Son signos curvos (“”), con las puntas hacia arriba la apertura y hacia abajo para el cierre. No hay excusa, pues en Word y otros procesadores de texto están disponibles.

 

Podemos decir por ejemplo:

 

Llegamos a la clínica Millán & Vila-Rovira, nuestro sanctasanctórum capilar, y nos cruzamos con algunos pacientes con gorra que han venido a revisión tras el transplante. Aprovechamos para lanzarnos miradas de solidaridad, complicidad y empatía que dicen a las claras: “Estamos juntos en esto, somos como una especie de hermandad, somos una fraternidad, estamos en el mismo barco” y cosas así.