La palabra homofobia es un ejemplo de un sustantivo construido no a partir de la reflexión, sino de campañas promovidas por gente con un nivel moral y cultural cuestionable.

El término se acuñó en los países de habla inglesa, asignando a homophobia la significación de odio y miedo a los homosexuales y de allí se calcó a nuestro idioma. Según el diccionario Longman, homofobia es “hatred and fear of homosexuals” (odio y miedo a los homosexuales). Para el diccionario Cambridge en línea, homophobia es “a fear or dislike of gay people” (‘temor o aversión por las personas homosexuales’), significación inexacta que se ha trasladado al castellano.

Reflejando esta percepción de otros países, el Diccionario de la Lengua Española ha incorporado la palabra homofobia con el significado “Aversión hacia la homosexualidad o a las personas homosexuales”. Es más real que el significado inglés, pero todavía es exagerado, porque a la mayoría de la gente le es indiferente ver a un homosexual.

Socialmente se utiliza esta palabra —con su derivado “homofóbico(a)”— para denigrar a toda persona que no esté de acuerdo con las conductas públicas de los homosexuales, lo que no significa que tenga odio o miedo. Este sustantivo fue impuesto por grupos que buscan hacer creer que quienes discrepan de esas conductas son agresivos o anormales.

La realidad nos dice que las personas que no están de acuerdo con la exhibición de una conducta homosexual sienten precisamente eso, desacuerdo o desaprobación, pero no odio ni miedo, porque nadie critica a los homosexuales por el hecho de serlo o de vivir una vida privada homosexual sino por su exhibicionismo y afán de promover conductas homosexuales entre niños y adolescentes.

La palabra homofobia es prescindible desde el punto de vista del contenido, porque es absurda, del mismo modo en que sería absurdo, por ejemplo, crear la palabra adulterofobia, las personas no tienen miedo ni odio a los adúlteros aunque puedan desaprobar su inmoralidad. Básicamente la existencia de la palabra homofobia es un instrumento que los homosexuales emplean para tratar de victimizarse y deteriorar y dominar la moral pública y pretender imponer que su conducta es correcta y que no aprobarla es anormal y de estas campañas se benefician personas a sueldo de las ONG, les pagan para imponer su moral.