Caso Fritzl: inquilino había escuchado ruidos


El caso del monstruo de Amstetten sigue dando que hablar, ahora un inquilino del criminal, que alquilaba una pieza en el primer piso, justo encima del calabozo, asegura que sintió ruidos en los bajos: tocaban y raspaban.


Otro de los inquilinos del primer piso señaló que hace años, cuando Elisabeth Fritzl tenía 16 años, una vecina le dijo que la adolescente era violada por su padre, y que esta fue la razón por la cual huyó a Viena, donde las autoridades no fueron capaces de averiguar lo que sucedía y la devolvieron a su casa.

¿Por qué no denunciaron el hecho? Al parecer, tanto en Austria como en los demás países no existe conciencia de que tener conocimiento de un delito y no denunciarlo es complicidad, lo que debería invitar a los educadores, medios de comunicación y autoridades a incluir este aspecto como parte de la formación ciudadana.

Un criminal vanidoso y tirano

La cuñada de Joseph Fritzl, hermana de su esposa Rosemarie, señala que detestó a Fritzl desde que se enteró que era un violador. En una oportunidad él la criticó por gorda, a lo cual ella respondió: “es mejor ser gordo que calvo”, tras lo cual Fritzl se fue a Viena a realizarse un transplante de cabello.

También señaló que Fritzl acostumbraba bajar todos los días al sótano y a veces se quedaba toda la noche y que su hermana tenía prohibido ingresar, ni siquiera para alcanzarle un café.

Otro detalle que dio fue que el criminal era muy tirano con su familia y se aprovechaba del hecho de que su esposa no podía valerse económicamente por ella misma, pues no tenía estudios. A sus niños los obligaba a ponerse de pie cada vez que él ingresaba donde ellos estuviesen.

Violador y exhibicionista

Fritzl ya tenía un cargo por violación y otro de intento de violación, además de uno por exhibicionismo. Después que se hizo público el crimen, una mujer lo reconoció y señaló que la violó hace años. Además se investiga su responsabilidad en un crimen no esclarecido de la muerte de una joven, que fue hallada asesinada cerca de una de las propiedades de Fritzl.

No obstante, la ley austriaca sólo considera 15 años de prisión para la violación reiterada. Es una corta condena, debería ser más larga, porque los violadores vuelven a cometer su crimen, además debería haber una pena más larga por el agravante del incesto y el secuestro.

¿Rosemarie inocente?

A muchos les resulta extraño que la esposa de Fritzl, Rosemarie, hasta ahora no esté considerada entre los sospechosos. Un inquilino afirmó que una vez vio a Rosemarie ayudando a Fritzl descargar alimentos en un carrito, hacia el calabozo.

Resulta también raro que la madre no se haya enterado que el depravado violaba a su hija desde los 11 años, desde un día en que abusó de ella mientras el resto veía televisión. ¿Realmente no sabía nada?

Por otro lado, es un misterio quién alimentaba a los cautivos mientras Fritzl viajaba a Tailandia hasta por un mes.

En la escuela manifiestan que Elisabeth tenía malas notas y que era retraída. Según los psicólogos, esta es una característica típica de los menores que sufren abuso, lo que demuestra que ni en Europa los maestros están capacitados para detectar estos casos.

Por su parte, la policía investiga si Fritzl realmente instaló un ducto de gas con el que había amenazado envenenar a sus prisioneros si algo le sucedía.

Tanto Elisabeth como sus hijos continúan en tratamiento psiquiátrico, todos pudieron reunirse con Elisabeth y Rosemarie, menos la mayor, Kerstin, quien se encuentra en estado de coma inducido.

Elisabeth está totalmente debilitada y envejecida, aparenta mucho más de los 42 años que tiene, su cabello está totalmente blanco y ha perdido todos sus dientes. La hija mayor también perdió todos sus dientes.

Los dos hijos que nunca salieron del calabozo también se encuentran muy débiles. Stefan, de 18 años, anda encorvado, mientras que Félix, de 5 años, camina, pero gatea cuando desea. Se comunican hablando y emitiendo gruñidos. Ambos revelan estar muy excitados con el nuevo mundo que pueden ver. Al ver la Luna, Félix preguntó si es Dios. La recuperación de los Elisabeth y sus hijos cautivos tomará años, según revelan los expertos.

Mientras tanto, los vecinos de Amstetten todavía están en conmoción; cuando la prensa los aborda estallan en llanto. La policía ha citado a más de 100 personas para que rindan su manifestación.