Crisis económica y xenofobia

inmirantes en Barcelona

Por Carlos A. Mendoza (*)

Las grandes olas migratorias generan y reavivan los sentimientos xenófobos de un gran número de ciudadanos y políticos estadounidenses. Sentimientos que se traducen en políticas y leyes antiinmigrantes.


Aunque algunos piensan que estas actitudes y comportamientos son nuevos y exclusivamente dirigidos a los latinoamericanos, esto mismo ocurrió contra los chinos después de 1880 y contra los europeos a principios del siglo pasado. Como hoy, las crisis económicas de entonces exacerbaron la xenofobia.

A partir de 1850, decenas de miles de chinos llegaron a California para trabajar en las minas de oro y en la línea férrea transcontinental. Podían optar a ser residentes permanentes, pero no ciudadanos. Sin embargo, cuando la situación económica del país empezó a deteriorarse después de la Guerra Civil, el desempleo aumentó dramáticamente y muchos empezaron a culpar a los chinos, a quienes veían como una competencia ‘desleal’ porque aceptaban trabajar por menos. Entonces, se formaron grupos antichinos y se emitieron leyes locales que expresaban esa xenofobia. En 1871, veintiún chinos fueron linchados en Los Ángeles. En 1877, una turba inmensa atacó durante tres días Chinatown, en San Francisco. En 1882, el Congreso emitió la Chinese Exclusion Act que prohibió la llegada de trabajadores chinos.

Desde la década de 1880, las condiciones económicas de los países de Europa del Este y del Sur obligaron a muchos de sus habitantes a migrar hacia Estados Unidos. En la primera década del siglo XXI, llegaron millones de italianos, rusos, polacos y griegos, entre otros.

Los italianos fueron discriminados por su religión, por las pobres condiciones en las que vivían al llegar al país, y se les estigmatizó como criminales. También fueron objeto de las políticas de asimilación para convertirlos en ‘cien por ciento americanos’. A pesar de que los italianos formaron parte del ejército norteamericano durante la Primera Guerra Mundial, se vieron perjudicados por las imposiciones de cuotas de inmigración por parte de los nativistas para fomentar la inmigración exclusiva desde Gran Bretaña y el norte de Europa. En 1917 el gobierno prohibió el ingreso de los analfabetos. Aprobadas las cuotas, se limitó el número de italianos a sólo tres mil seiscientos por año.

En 1847 ya había en los EEUU unos 50 mil judíos procedentes de Alemania, empujados por las malas condiciones económicas en aquel país. En la década de 1930, muchos llegaron escapando de la persecución étnico-religiosa de la Alemania Nazi. Sin embargo, la pobreza y la discriminación también les afectaron en tierras estadounidenses. Eran vistos como otra amenaza en el mercado laboral, especialmente en época de crisis económica. Los judíos ricos también fueron víctimas de la discriminación. Se les acusaba y perseguía por “comunistas”. Con las nuevas cuotas y leyes, el número de inmigrantes judíos se redujo en un ochenta por ciento en tan sólo tres años.

También llegaron cientos de miles de irlandeses a Estados Unidos entre 1850 y 1890 las leyes e impuestos británicos, por la plaga que afectó el cultivo de las patatas y por la hambruna resultante. En cinco años, murieron de hambre un millón de personas en Irlanda.

Sin embargo, los irlandeses católicos ya eran víctimas de la discriminación religiosa en Estados Unidos. Los políticos nativistas decían que la inmigración irlandesa arruinaría la “pureza” de la población y que su lealtad al Papa de Roma era un peligro para la nación. Estos prejuicios explican las leyes anti-inmigración aprobadas en la década de 1920.

Entre 1900 y 1920 ingresaron a los EEUU cerca de catorce millones de extranjeros, en su mayoría europeos. ¿Es eso una muestra de que la sociedad estadounidense había estado abierta a la inmigración? ¿Acaso los cuatro millones de mexicanos que han cruzado la frontera en las décadas de 1980 y 1990 dan testimonio de esa “apertura” hacia los inmigrantes?

En realidad, el actual estancamiento de la economía se traduce en más redadas y nuevas leyes contra los que buscan las oportunidades que no existen en sus países.

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