Brasil abre fondo de protección de la selva

Ejemplo que debe ser seguido por el Perú

El presidente brasileño Ignacio Lula da Silva abrió un fondo internacional para proteger la selva amazónica y para luchar contra el cambio climático.


El fondo se dedicará proyectos que eviten la deforestación en la selva causada por los pobladores de esas zonas y para la conservación y el desarrollo sostenible.

Según las autoridades brasileñas, el fondo recaudará unos 21 mil millones de dólares del exterior hasta el año 2021, pero el gobierno advirtió que no tolerará ninguna injerencia extranjera en sus decisiones sobre la política de la Amazonía.

Lula subrayó destacó este hecho, al que define como bueno para la imagen de un país que está haciendo bien las cosas, de modo que en los foros internacionales puedan presentarse con la cabeza en alto.

El mandatario subrayó que la preservación de la selva es una responsabilidad del Brasil, de modo que solicita que la soberanía sobre el territorio y las decisiones para la región sean respetadas.

La creación de este fondo fue bienvenida por los ecologistas de Greenpeace, quienes indicaron que es la primera vez que Brasil acepta la relación existente entre el calentamiento global y la preservación de la selva, a lo cual antes se oponían aduciendo que es problema de los combustibles fósiles, lo cual es cierto, pero la selva tiene un importante papel.

El gobierno brasileño señaló que el fondo es un medio por el cual los gobiernos extranjeros pueden contribuir con sus iniciativas sin ejercer ninguna clase de influencia sobre su política nacional, “no negociaremos soberanía por dinero”, manifestaron.

Brasil se propone reducir la destrucción de la selva, la eliminación de la quema ilegal y garantizar una mejor calidad de vida para todos.

El Perú

La decisión brasileña debe ser imitada por el Perú. Es necesario un fondo con contribuciones extranjeras que apoye al Perú para todo lo que Brasil ha señalado, pero también para un sistema efectivo de vigilancia de la selva, que incluya tecnología y recursos humanos, además de mejora de la calidad de vida de los nativos, todo ello sin aceptar injerencias.

Es todo lo contrario de la política del “perro del hortelano” de García, que con el pretexto de las zonas deforestadas quiere vender extensos territorios y así perder soberanía, para lo cual no tiene escrúpulos en insultar y reprimir a los peruanos que se oponen a la voracidad de los lobbies, que hasta podrían instalar cómodos laboratorios de fabricación de drogas y aumentar el envenenamiento de los ríos y en general de todo el ambiente.

La peligrosa política de la venta de esos terrenos traería como consecuencia la destrucción intencional de bosques para declararlos deforestados. Estas delictivas acciones desde ya están siendo alentadas con los anuncios de venta que realiza el Presidente de la República.