Huracán Ike deja "zonas de guerra"

Así denominan los estragos las autoridades, en especial, en Galveston

Tras la arremetida del huracán Ike, el más fuerte en lo que va del año, las autoridades rescataron a unas dos mil personas de las áreas inundadas, en especial en Galveston, en tanto, el gran centro petrolero de Houston se esfuerza por normalizar su actividad.


Las áreas que han quedado sin energía eléctrica afectan a unas cuatro millones de personas, lo que limita la actividad económica y la distribución de combustible en los grifos.

Por otro lado, la ayuda de agua y comida ha sido movilizada desde seis puntos, los cuales se ampliarán a 17 al final del día de hoy, para calmar las quejas sobre lo insuficiente del socorro.

Las refinerías de Texas no fueron dañadas, pero 12 de ellas se cerraron por medidas de precaución, pero se espera que las actividades comiencen a restablecerse hoy. En el Johnson Space Center de la NASA no se reportaron estragos mayores, sólo en el techo del Centro de Control de Misiones, el resto de las instalaciones funcionan normalmente.

Los dos aeropuertos principales de Houston están parcialmente paralizados por la cantidad de escombros arrastrados por el huracán de los edificios, los cuales se encuentran en grandes zonas, por lo que es improbable que se pueda terminar hoy con los trabajos de limpieza; además, estos aeropuertos tienen dificultades con el suministro de energía eléctrica.

Por otro lado, se ha impuesto un toque de queda en Houston por una semana, en previsión de actos de vandalismo.

Pese a las medidas de seguridad, que incluyeron el traslado de la población, se han registrado muertes. De manera preliminar se sabe que por lo menos en Galveston, la zona más golpeada, se encontraron tres cadáveres, pero en ocho estados los muertos son 32 hasta el día de hoy.

La zona antigua de galveston permanece bajo una capa de lodo y escombros pestilentes. El poder del huracán lanzó botes, velas y diversos tipos de naves pequeñas a las calles, mientras las autoridades consideran que se ha padecido estragos que hacen que las áreas asemejen a "zonas de guerra", a decir de las autoridades.