Agentes policiales se vieron obligados a usar la fuerza para protegerse de ataques de obreros de la mina de platino de Marikana, noroeste de Suráfrica, alegaron hoy autoridades de este país africano.

Como resultado de esa acción, durante desórdenes registrados en las últimas horas en la instalación, murieron 34 mineros, en tanto otras 78 personas resultaron heridas, precisó la Comisaria general de la Policía surafricana, Riah Phiyega. En rueda de prensa en un local en la mina de Marikana, a unos 100 kilómetros de esta capital, la funcionaria indicó que más de 250 personas implicadas en los disturbios se encuentran detenidas.

Según la versión policial, numerosos mineros portaban armas de diverso tipo, y algunos de ellos traspasaron un cordón de seguridad y abrieron fuego contra los policías, los cuales respondieron a su vez con disparos.

En días anteriores a los sucesos de las últimas horas, una decena de personas, entre ellos dos guardias de seguridad y dos policías, perecieron en la instalación minera, que explota la entidad británica Lonmin.

Medios informativos coincidieron en señalar que el conflicto, el cual se desató el viernes pasado luego del inicio de una huelga, tuvo su origen en rivalidades entre los sindicatos Asociación de Trabajadores de la Minería y la Construcción y la Unión Nacional de Mineros.

Las dos organizaciones sindicales mantienen tensiones entre ellas desde antaño ya que se disputan a los afiliados en instalaciones mineras, apuntan analistas.

De cara a la tragedia, el presidente surafricano, Jacob Zuma, manifestó en un comunicado su consternación por la violencia desatada, la que consideró sin sentido.

Prensa Latina, 17-08-2012