francisco 4En una invocación a la vida de pobreza a los religiosos, el  Papa Francisco manifestó que le duele ver a un cura o a una monja "con el último modelo de coche", y ha apuntado que han de ser "coherentes" con la pobreza.

En su discurso, ante seis mil seminaristas y novicias congregados en el Vaticano, dijo:   "Cuando vemos que el primer interés de una institución parroquial o educativa es el dinero, esto es una gran incoherencia", y agregó que  el coche "es necesario", pero es mejor un vehículo "humilde". "Si os viene la tentación de un buen coche, pensad en los niños que se mueren de hambre", sentenció.

Recordó que si la Iglesia es "la esposa de Cristo", ellos constituyen "el momento del noviazgo, la primavera de la vocación, la estación del descubrimiento, de la prueba y de la formación" y subrayó que la palabra de Dios nace de la misión y ésta parte "de una llamada" que hace el Señor. "Quien es llamado por Él, lo es para ser enviado.

La evangelización "se hace de rodillas", dijo, e instó a los seminaristas y a las monjas a ser "siempre" personas de oración.

La  difusión del Evangelio "no está asegurada ni por el número de personas, ni por el prestigio de la institución, ni por la cantidad de recursos disponibles", indicó y agregó que “lo que cuenta es estar imbuidos del amor de Cristo, dejarse conducir por el Espíritu Santo, e injertar la propia vida en el árbol de la vida, que es la Cruz del Señor".