por Martin Idafe

Un tercio de la población toma una dosis menor de su medicación para que le dure más. Se han incrementado los problemas de salud mental, han duplicado las infecciones por VIH, haya resurgido la malaria, agravamiento de enfermedades crónicas por falta de tratamiento o no poder acceder al mismo.

La mitad de los griegos no puede comprar los remedios que necesita, un tercio de la población está tomando una dosis menor de su medicación para que le dure más y el tiempo medio de espera antes de ser atendido por un especialista en salud mental pasó de 15 a 75 días. Son las principales conclusiones de un informe divulgado por la Escuela Nacional de Salud Pública de Atenas que analiza la relación entre el ajuste fiscal griego, impuesto por los acreedores de la Eurozona y del Fondo Monetario Internacional, y la sanidad.

Además de cerrar hospitales y de reducir el personal sanitario, el gobierno griego recortó su gasto en remedios obligando a los ciudadanos a pagar por muchos de ellos y por sus consultas médicas. Elaborado por la consultora Kapa Research, el informe concluye que el 57% de los griegos teme enfermar y no poder acceder al sistema sanitario y comprar remedios.

El porcentaje, aún alto, es menor que el de los ciudadanos que temen ser tratados de manera injusta (91,7%); caer en el desempleo o continuar desocupados (84,4%, en un país con una tasa de desocupación que ronda el 27%); convertirse en pobres (83,6%) o en criminales (82,6%); o enfermarse, aunque puedan enfrentar la enfermedad (81,4%).

De acuerdo con el estudio, el 60% de los griegos considera que la crisis ha tenido impacto en su salud; el 56,9% dice tener problemas mentales; y el 52,6% asegura que por la crisis se deterioraron sus relaciones personales.