Aseguran periodistas de investigación Jay Margolis y Richard Buskin
La célebre actriz Marilyn Monroe no se suicidó, sino que fue asesinada por orden de Robert Kennedy, hermano del presidente John F. Kennedy, pues temía que revele secretos sucios de su familia, asseguran periodistas de investigación Jay Margolis y Richard Buskin.
En su libro El asesinato de Marilyn Monroe: caso cerrado, dichos periodistas explican que los dos hermanos, Robert y John Kennedy, mantenían romances con la estrella y que cuando “Bob” terminó con ella ordenó su asesinato, indica el Daily Mail.
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| Robert, "Bob", Kennery |
Para el crimen se prestó el psiquiatra de Monroe, el doctor Ralph Greenson, y su cuñado, el actor Peter Lawford, quien fue el primero en confirmar que la diva había mantenido un romance prohibido tanto con el senador como el presidente John F. Kennedy.
"Se la pasaban como si fuese una pelota", declaró Lawford sobre el juego de los dos hermanos con Monroe, en una entrevista años después de la muerte de la actriz en su casa en Brentwood, California.
Según los periodistas, Monroe los amenazó con revelar los secretos sucios de los Kennedy, lo cua lfue su sentencia, pues no podían permitir que el escándalo malogre sus ambiciones políticas.
"Bobby estaba determinado a callarla, sin importar las consecuencias", manifestó Lawford.
Robert Kennedy se había involucrado sexualmente con la actriz cuando viajó a Los Ángeles a convencerla de no llamar a la Casa Blanca porque John Kennedy no iba a divorciarse ni casarse con ella. Después fue más bien Robert quien le había prometido divorciarse y casarse con ella.
Cuando Bob empezó a distanciarse de Monroe, ésta amenazó con dar una conferencia de prensa para declarar sobre sus amoríos y revelar secretos sucios de los Kennedy, que había escrito en su diario.
Robert gritaba para saber dónde estaba el diario y ordenó al psiquiatra revelar que era más bien él quien sostenía una relación con Monroe (lo cual era verdad, según Lawford, por unas grabaciones que escuchó). Esto habría sido el fin de la carrera del galeno y cárcel, de allí su interés en intervenir en el crimen.
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| Ralph Greenson |
Lawford acompañó a Kennedy a la casa de Monore y se mantuvo afuera, donde escuchó una discusión y las amenazas de la actriz con llamar al día siguiente a una conferencia de prensa.
Más tarde Kennedy llegó con sus guardaespaldas, uno de los cuales le disparó un pembutal intramuscular en la axila a la actriz, tras lo cual buscaron el diario.
El perro de Monroe entonces ladraba desesperadamente, lo cual alertó a su ama de llaves Eunice Murray y su hijo Norman Jefferies, quienes la encontraron tendida y llamaron a una ambulancia. Estaba inconsciente, pero viva.
Otro testigo citado por los periodista es James C. Hall, asistente de la ambulancia, quien cuando llegó a la casa de Monroe vio cómo el psiquiatra de la actriz le inyectó directo en el corazón una dosis letal de pentobarbital sin diluir, lo que le habría causado la muerte. Para ello le quebró con brutalidad una costilla tras intentar sin éxito vez inyectarla una primera vez.
Este psiquiatra había sido asignado por Robert Kennedy para “cuidar” de Monore. Hall narró además que en una maniobra de resucitación el psiquiatra presionó el abdomen de la estrella en un lugar incorrecto.
Foto obenida en exclusiva por el Daily Mail, que muestra probable mancha de sangre en la pared, que fue borrada en las fotos que se difundideron para el público.
Hall fue un testigo creíble, con varios años de trabajo en ambulancias, hijo de un cirujano y de una enfermera de cirugía, y declaró que no había signos del típico vómito de sobredosis de calmantes, ni había pastillas en la habitación, lo cual desbarata la teoría de que ingirió 64 pastillas.
Después movieron el cuerpo de Marilyn de la casita de invitados, donde se encontraba, hasta su dormitorio, para que parezca consistente un suicidio, donde fue encontrada boca abajo, como se le colocó para que la gravedad haga bajar la sangre del cuerpo postmortem y borre signos de inyección.
Monroe pereció el 5 de agosto de 1962 por una sobredosis de barbitúricos, en una escena sospechosa para muchos. Entonces, la policía habló de "probable suicidio" por falta de pruebas
El reportero gráfico de la revista Life, Leigh Wiener, coimó a personal de la mogue con una botella de whisky para fotografiar a Monroe horas después de su deceso. El cuerpo mostró cianosis, coloración azul o púrpura en la piel, consistente con la inyección.
El jefe policial de Los Ángeles, William Parker rechazó conformar un equipo de investigación a tiempo completo para este caso, serio indicio de encubrimiento de la muerte .
La noche del crimen Robert Kennedy estuvo en Los Ángeles, pese a que lo negó, pues su helicóptero aterrizó en la playa frene a la casa del hijo de lady May Lawford.
Posteriormente la CIA y el FBI estuvieron en la vivienda de Monroe y Edgard Hoover reveló a un vecino que esto fue un crimen, pero no quiso arrestar a Robert Kennedy y utilizó la información para chantajear al Fiscal General y asegurar su puesto de jefe del FBI, revela el libro.
