Especial:

60 aniversario de la Decalaración Universal de Derechos Humanos

Sesenta años en lucha

Por Ana Muñoz Álvarez*

Han pasado 60 años desde que se firmó la Declaración Universal de los Derechos Humanos, sin embargo sus 30 artículos siguen hoy más vigentes que nunca. El mundo sigue siendo hoy un lugar peligroso e injusto para miles de millones de personas porque no se respetan sus derechos más elementales.


“Los derechos humanos no son un lujo ni una lista de deseos”, advierten desde Naciones Unidas. Son derechos inherentes a la persona, valores universales: dignidad, igualdad, equidad, no discriminación… Y son una cosa de todos. Los Derechos Humanos no sólo se violan en los países empobrecidos o en aquellos donde hay regímenes totalitarios. Estados Unidos mantiene Guantánamo, por toda Europa volaron aviones con presos de la CIA, como denuncian los medios de comunicación…

“Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos”, explica el artículo primero. Pero la realidad demuestra que no es lo mismo nacer hombre o mujer, en el Norte o en el Sur… Cerca de mil millones de personas pasan hambre en el mundo, más de 1.200 millones no tienen acceso al agua potable y más de 840 millones no saben leer.

El artículo tres proclama que todos los individuos tenemos derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de la persona. El año pasado más de 3.300 personas fueran condenadas a pena de muerte y más de 1.200 fueron asesinadas legalmente, según denuncia Amnistía Internacional (AI).

“Nadie será sometido a esclavitud ni a torturas”, artículos cuatro y cinco. Sin embargo, dos siglos después de que se aboliera la esclavitud, más de 12 millones de personas trabajan en un régimen de esclavitud, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y, en más de 80 países, AI ha documentado casos de tortura y tratos degradantes y crueles.

¿Iguales ante la ley? El artículo 7 de la Declaración de los Derechos Humanos explica que todos somos iguales ante la ley, pero organizaciones internacionales denuncian que hay 15 países donde hay legislación discriminatoria para los inmigrantes o contra las minorías, en 70 países se persigue la homosexualidad, en otros 23 la legislación es discriminatoria para las mujeres e, incluso, el albinismo o la discapacidad son perseguidos en países como India o en el continente africano.

El artículo 16 habla del derecho de hombres y mujeres a “casarse y fundar una familia, mediante libre y pleno consentimiento”. Hoy siguen asombrándonos casos de niñas y niños que son casados con edades menores de 10 años o de niñas que son casadas por sus padres con un adulto o son vendidas.

El “derecho a la libertad de opinión y de expresión” también se destaca en la Declaración de 1948 y Reporteros sin Fronteras denuncia que más de 130 periodistas y 60 ciberdisidentes están encarcelados por hacer su trabajo.

“Toda persona tiene derecho al trabajo”, dice el artículo 23, muy vigente en tiempos de crisis. La OIT estima que para el año que viene, más de 210 millones de personas estarán desempleadas.

El derecho a la educación queda recogido en el artículo 26. Tampoco es de los derechos que los gobiernos tienen en cuenta. Más de 840 millones de personas no tienen acceso a la educación y 23 países no podrán conseguir cumplir el Objetivo de Desarrollo del Milenio de lograr la educación primaria universal en 2015.

Y así… hasta llegar a los 30 artículos. Todos y cada uno de ellos se encuentran en baja forma. Los gobiernos y la sociedad parecen no tener un compromiso real con los derechos humanos. Tras 60 años, la injusticia, la desigualdad y la impunidad siguen estando a la orden del día. En estos años se ha avanzado y muchos países tienen legislaciones que protegen los derechos humanos, pero las desigualdades son cada día más grandes y a miles de millones de personas se les niega vivir en dignidad.

* Periodista
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.