El secuestro de 17 ciudadanos en un café de Sídney, Australia, terminó con una liberación sangrienta: dos rehenes perecieron y el musulmán secuestrador, que actuó solo, terminó abatido.

rescate rehenes Sidney dic 2014

La Policía anunció el fin del secuestro en el Lindt Chocolat Cafe y precisó que fallecieron un hombre de 34 años y una mujer de 38. En el local no había explosivos, pero horas antes lugares emblemáticos, como la Ópera de Sídney, fueron evacuados ante la suposición de que el terrorista habría dejado explosivos en esos sitios.

Los secuestrados fueron extraídos en medio de detonaciones realizadas por las fuerzas especiales policiales, dando lugar a que los cautivos puedan salir corriendo.  Horas antes cinco de ellos lograron fugar.

El delincuente había obligado a los rehenes a sostener en una ventana una bandera negra como la usada por los terroristas del EIIL, con una proclama islámica en árabe: “No hay más Dios que Alá, y Mahoma es su enviado”.

En Australia, país donde residen extranjeros musulmanes y descendientes de éstos, estos grupos étnicos se apresuraron a condenar el secuestro, para suavizar la indignación de los australianos contra los musulmanes.

El terrorista que tomó el local, Man Haron, fue un iraní extremista con alteraciones mentales, según informó el primer ministro australiano, Tony Abbott. El sujeto tenía un amplio prontuario delictivo de violencia, además del envío de cartas ofensivas a las familias de soldados australianos muertos en la invasión de Afganistán. También difundió material extremista en internet, aseguró el ministro, citado por la prensa australiana.