Ataque terrestre israelí se suma al genocidio desde el aire en Gaza


Una columna de blindados israelíes cruzó la frontera e ingresó a Gaza por Beit Lahiya, según fuentes palestinas (a la prensa internacional los israelíes impiden la entrada) mientras columnas de tanques esperan órdenes y el bombardeo aéreo se intensifica tras caer la noche.


Las autoridades de Israel admiten haber movilizado 10 mil reservistas y aseguran que su objetivo es tomar el control de las zonas de lanzamiento de cohetes de Hamas.

Uno de los ataque más simbólicos fue la destrucción de la mequita de Beit Lhiya en horas de plegaria vespertina, lo que produjo varios muertos, incluyendo niños, y decenas de personas heridas.

 Por su parte, el exiliado líder de Hamas, Khaled Meshaal, había advertido, antes de la incursión terrestre, que el movimiento islámico resistirá cualquier invasión terrestre israelí en territorio palestino y aseguró un “negro porvenir” a Israel si invade Gaza.

En tanto, las protestas se multiplican en diversos puntos del mundo en rechazo a la agresión israelí, lo que no parece importar a Israel.


Bush

Hasta ahora sólo los voceros habían declarado sobre el conflicto en Gaza, pero ahora  el propio presidente de Estados Unidos, George W. Bush, culpó a Hamas por la violencia y asegura que si hay cese de fuego se debe vigilar que no lleguen armas a los palestinos.

En cambio, a Israel, pese a su genocidio contra civiles, además de miles de millones de dólares le proporciona armas de última generación y le permite tener bombas atómicas.

Hasta ahora se estima en unos 435el número de muertos en Gaza, sin contar muchos que yacen bajo los escombros. Para las Naciones Unidas, el número de heridos es de 2200.

Pese a todo, Israel se queja de algunos heridos por parte de cohetes lanzados desde Gaza.