Moscú, 28 feb (Sputnik).- El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, manifestó "profunda preocupación" por las denuncias de atrocidades perpetradas en la región de Tigray, en el norte de Etiopía.

 

iglesia Santa Maria de Zion Axum AP

La Iglesia de Santa María de Sión en Axum, Etiopía Crédito: AP: Associated Press

"Estados Unidos está profundamente preocupado por los informes sobre atrocidades y el deterioro general de la situación en la región de Tigray, en Etiopía. Condenamos enérgicamente los asesinatos, los traslados y desplazamientos forzosos, las agresiones sexuales y otras violaciones y abusos de derechos humanos extremadamente graves cometidos por varias partes […] También estamos profundamente preocupados por el agravamiento de la crisis humanitaria", declaró Blinken el sábado. 

Blinken reiteró la importancia de "poner fin a la violencia, garantizar el libre acceso humanitario a Tigray y permitir una investigación internacional completa e independiente de todos los informes de violaciones de derechos humanos, abusos y atrocidades". "Los responsables de aquellas deben rendir cuentas", enfatizó. 

El jefe de la diplomacia estadounidense subrayó la necesidad de una retirada inmediata de las fuerzas eritreas y las fuerzas de la región de Amhara desde Tigray. Estos pasos, según él, son esenciales y deberían ir acompañados de declaraciones unilaterales de todas las partes en conflicto sobre el cese de hostilidades. 

El viernes, la ONG Amnistía Internacional denunció que las tropas eritreas en Tigray masacraron a cientos de civiles desarmados en la ciudad de Axum el 28 y el 29 de noviembre de 2020, abriendo fuego en las calles y realizando redadas casa por casa. 

El pasado 4 de noviembre, las autoridades etíopes lanzaron una operación militar en la región de Tigray, en el norte de Etiopía, tras acusar al Frente de Liberación Popular de Tigray (FLPT), el partido gobernante en la región, de haber atacado dos bases del ejército federal. El FLPT negó el ataque y acusó a Adís Abeba de inventar un pretexto para la intervención militar. 

Las autoridades centrales decretaron el estado de emergencia en Tigray por un plazo de seis meses, y establecieron un gobierno interino, con un jefe nombrado desde Adís Abeba. El nuevo ejecutivo sustituyó al gobierno regional, salido de las elecciones de septiembre pasado que, según Etiopía, fueron ilegítimas, porque los comicios en el resto del país se aplazaron debido a la pandemia del coronavirus. 

El primer ministro etíope, Abiy Ahmed, anunció a finales de noviembre pasado el fin de la operación militar en Tigray, no obstante luego se informó de nuevas hostilidades. 

En enero pasado, el Departamento de Estado de EEUU dijo tener informes fidedignos de que en Tirgray están presentes las tropas de Eritrea, implicadas en abusos de derechos humanos, crímenes de violencia sexual y saqueo. (Sputnik) 

 

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