El presidente de Rusia, Vladímir Putin, tachó de criminal la decisión del gobierno estadounidense de traspasar bombas de racimo a Ucrania.

 

bombas de racimo

 

"La propia administración de EE. UU. ofreció hace algún tiempo, por boca de sus empleados, una evaluación de las municiones de racimo, al calificarlas como un crimen. Y habría que verlo como tal, creo", declaró Putin al canal de televisión Rossiya 1.

El mandatario ruso atribuyó esta decisión a "la escasez generalizada de municiones".

"El ejército ucraniano gasta de 5.000 a 6.000 proyectiles de 155 mm cada día, mientras que EE. UU. fabrica 15.000 al mes. Ya no dan abasto, también en Europa escasean, así que no se les ocurrió nada mejor que ofrecer el uso de municiones de racimo", explicó.

Putin afirmó que el ejército ruso había rehusado hasta la fecha usar ese tipo de municiones en Ucrania.

"No lo hemos hecho hasta ahora, no era necesario aunque también sufrimos cierta escasez de municiones en un período determinado. Pero si las usan contra nosotros, nos reservamos el derecho de actuar simétricamente", dijo.

Según el presidente, "Rusia dispone de suficientes reservas de municiones de racimo de diferente tipo".

El presidente de EE. UU., Joe Biden, anunció el pasado 7 de julio que Washington proporcionará bombas de racimo a Ucrania de forma temporal mientras la industria estadounidense produce más proyectiles de artillería de 155 mm.

Según fuentes estadounidenses, Ucrania recibirá munición de racimo М864 de 155 mm para artillería, particularmente para los cañones autopropulsados М109 Paladin y obuses remolcados M777.

El teniente general Douglas Sims, director de Operaciones del Centcom, confirmó el pasado jueves que "las municiones de racimo ya están en Ucrania".

Los militares norteamericanos afirman que entre el 5 y el 14 por ciento de las municiones de racimo no explota por estar almacenadas durante años. En este caso se comportarán como minas que amenazan a la población civil incluso después de terminado el conflicto.

Dichas armas están prohibidas por la Convención sobre Municiones de Racimo, ratificada por 123 países.

EE. UU., Ucrania, Rusia, China, India, Pakistán, Israel y Corea del Sur, entre otros, no firmaron la convención.

Varios aliados de EE. UU., entre ellos Canadá, España y Reino Unido, manifestaron su rechazo al traspaso de estas armas a Ucrania.

La portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova, denunció que el suministro de municiones de racimo a Ucrania pone en peligro la vida de los civiles y busca alargar la crisis.

El ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, dijo el 11 de julio que el ejército ruso se verá obligado a responder con el uso de armas similares si EE. UU. proporciona bombas de racimo a Ucrania, y que Rusia cuenta con una amplia gama de municiones mucho más eficaces en este sentido.

 

Sputnik