Antidiarreicos pueden agravar infecciones en menores de seis años

nina_pastilla.jpgPadres recurren a ellos en el verano pero en lugar de curar permiten que las bacterias se reproduzcan y prolonguen la enfermedad. Sales rehidratantes son el mejor remedio contra la diarrea infantil

Ante el incremento de las diarreas y los problemas estomacales en los niños durante el verano, los padres de familia o tutores acostumbran recurrir al uso indiscriminado de antidiarreicos, con la equivocada idea de que con ello lograrán la mejoría de los pequeños de la casa, cuando en realidad el abuso de estos medicamentos puede resultar muy peligroso, pues su consumo podría generar complicaciones y agravar las infecciones estomacales informó la Dirección General de Medicamentos Insumos y Drogas (Digemid).

“La diarrea infantil, aparece en forma repentina, generalmente como consecuencia de la descomposición de los alimentos generada por una inadecuada conservación y el incremento de las temperaturas durante el verano. Este proceso tiene una duración de dos o tres días y su tratamiento está dirigido principalmente a evitar la deshidratación a través del suministro de rehidratación oral y una alimentación adecuada en base a una dieta blanda, por lo que no es necesario recurrir a antidiarreicos”, afirmó el especialista de la Digemid Aldo Álvarez Risco.

El experto explico que en los casos de diarrea infantil no solo no es necesario el uso de antidiarreicos, sino que suministrarlo a infantes puede ser muy peligroso para su salud.

“Los medicamentos antidiarreicos detienen la eliminación de las bacterias o parásitos que han casado la diarrea a través de las heces, por lo cual se quedan en el organismo de los niños, favoreciendo su proliferación en el intestino grueso, retardando su desecho natural. Una vez que pasa su efecto, la diarrea se reinicia con más fuerza, por lo que queda claro que estos medicamentos no deben emplearse porque pueden empeorar y prolongar la enfermedad de nuestros engreídos”, enfatizó.

En tal sentido, indicó que lo más apropiado es proporcionar a los niños sales rehidratantes -que contienen sodio, potasio y cloruro-, gran cantidad de agua distribuida en pequeñas porciones a lo largo del día y evitar el consumo de alimentos sólidos, verduras y frutas que podrían acelerar el tránsito intestinal.

Efectos no deseados
Álvarez explicó que entre los efectos no deseados que produce el uso de antidiarreicos en los niños están el dolor y distención abdominal (hinchazón en la barriga generada por la acumulación de gases), boca seca como consecuencia de la deshidratación, náuseas, vómitos, estreñimiento, somnolencia, fatiga y mareos.    

“En este caso se recomienda la hidratación con sueros orales hasta que pasen los síntomas. Si estos persisten, lo mejor es llevar al niño a un establecimiento de salud”, concluyó.

Precauciones
Para evitar que los engreídos de la casa sufran diarreas e infecciones estomacales, Álvarez señaló que debemos cuidar al detalle las medidas de aseo; para ello el constante lavado de manos es fundamental, lo propio ocurre con el lavado de los alimentos que se consumen crudos como las frutas y verduras, beber únicamente agua hervida o embotellada, lavar adecuadamente los utensilios de cocina, menaje y vajilla y conservar adecuadamente los alimentos cocidos, guardando aquellos que no se van a consumir luego de su cocción en el refrigerador para evitar su descomposición.

“Cuando estemos en la calle, evitemos que los niños ingieran comida, dulces, helados o golosinas que no han sido preparados en lugares de garantía, no agregar cubos de hielo a sus bebidas porque lo más probable es que sean de agua cruda y evitar que toquen sus alimentos directamente con las manos. En lo posible, tanto dentro como fuera de la casa, debemos evitar que los niños gateen o se arrastren sobre suelos sucios y luego se lleven las manos u objetos a la boca”, concluyó.