Bebés cuyas madres bebieron en forma ligera serían más listos

Las mujeres que beben una o dos copas de vino a la semana durante el embarazo tendrían hijos más listos que aquellas que no bebieron nada y que las que bebieron mucho, según un estudio publicado por la revista International Journal of Epidemiology.


Para realizar el estudio, los científicos del University College London analizaron a unos 12 mil 500 niños de tres años, en los que se evidenció que las gestantes que bebieron demasiado aumentaron el riesgo de enfermedades en sus fetos.

Las mujeres que bebieron poco, es decir, una o dos copas de vino a la semana o por ocasión durante su embarazo, no produjeron ningún efecto nocivo a sus bebés. Estos niños mostraron menos problemas emocionales y mejores habilidades cognitivas que aquellos cuyas madres bebieron mucho y que aquellas que se abstuvieron totalmente de tomar bebidas alcohólicas.

Los investigadores encontraron que los niños de madres que bebieron poco tienen un 40% menos de problemas de conducta y son un 30% menos proclives a ser hiperactivos, comparados con los niños de madres abstemias, esta diferencia se constató inclusive cuando se tomó en cuenta el estatus social de la familia.

Los niños de las madres que bebieron poco también tuvieron mejores puntajes en pruebas de vocabulario, de percepción de color, de formas, letras y números, comparados con los niños de madres abstemias.

En las niñas nacidas de madres que bebieron poco se evidenció que presentaron un 30% menos de problemas emocionales que las niñas de madres abstemias.

Se estableció con claridad que las mujeres que beben tienden a ser mejor educadas y tienen una carrera profesional, en comparación con las abstemias y las que beben mucho.

Los especialistas indicaron que las personas de estratos más bajos tienen a ser abstemias o a ser muy bebedoras. Sin embargo, puede ser que las mujeres que beben poco tiendan a ser más relajadas y que eso contribuya a una mejor conducta y capacidad cognitiva en sus hijos.

No obstante, en el Reino Unido los lineamientos de salud recomiendan a las gestantes abstenerse de las bebidas alcohólicas durante los primeros tres meses debido al riesgo de aborto, pero después de ese periodo no deberían toar más de una o dos copas de vino dos veces por semana y deberían evitar beber más que ese límite.