El apoyo a Keiko Fujimori y la descomposición moral del Perú

Por Juan Sheput


Hace poco el presidente García, ignorando su rol constitucional de hacer cumplir las leyes, salió a defender a un General de la PNP, Bruno Debenedetti, acusado de recibir dinero en efectivo de otro organismo del estado, la Municipalidad del Callao. Reincidía así en el blindaje de personas comprometidas con actos incorrectos que merecen una investigación, pues ya antes había hecho lo mismo con el General Hidalgo, Director de la Policía Nacional.


Pero no fueron estos casos aislados. El presidente García declaró a un diario extranjero que no se debía confundir a Keiko Fujimori con su padre y luego, cuando a sus socios políticos Alex Kouri o Luis Castañeda Lossio, la prensa los acorraló por denuncias por corrupción, el presidente también salió a interceder por ellos. Sin embargo, cuando tuvo la oportunidad de resaltar un comportamiento honesto el presidente García no dijo nada. Me refiero al caso del General PNP Guerrero Marchand, el cual rechazó el pago en efectivo del mismo Municipio del Callao. El mundo al revés, se premia y defiende lo incorrecto.

Pero no es el único que se pone del lado de la incorrección y el desprecio por la moral pública en estos días. El presidente del Consejo de Ministros, Javier Velásquez Quesquén sale en defensa de Keiko Fujimori a raíz de su acusación en la Fiscalía. Y otro presidente de un Poder del Estado, Javier Villa Stein, máximo representante del Poder Judicial, también se entromete indebidamente en el caso Keiko Fujimori, en lugar de guardar distancia. El Dr. Villa Stein ha pedido que no se politice el tema y apela inclusive a la figura de la prescripción, haciendo así esfuerzos por ingresar a la historia de vergüenzas de nuestro país. Pero allí no acaban los hechos consumados. Si creen que el Poder Legislativo está exento de este tipo de apoyos a personajes cuestionados por corrupción, se equivocan, no es así. Si César Zumaeta es presidente del Congreso es por los votos del fujimontesinismo.

La cleptocracia es el Estado diseñado para atentar contra los fondos públicos con complicidad de todos los poderes. Un estado cleptocrático tiene sus orígenes en la descomposición moral de un país. Y en el Perú de estos días hay una grave descomposición moral. Si no cómo se explican que la señora Keiko Fujimori marche primero en las encuestas o que Francis Allison tenga posibilidades en la alcaldía de Magdalena.

Lo que está pasando con nuestro país es lamentable y grave. Si no reaccionamos a tiempo, repudiando a la mafia embravecida, el futuro cercano será deplorable y altamente conflictivo.