Acusación fiscal contra A. Toledo
Buena oportunidad para él

Esta semana que termina nos trae la noticia (La Primera 02-12-2010) de que el Ministerio Público denuncia al ex presidente Alejandro Toledo y a su ex ministro de Energía y Minas, Clodomiro Sánchez Mejía, por su responsabilidad en la modificación del contrato sobre la explotación del gas para permitir su exportación. Estos hechos configuran en la acusación fiscal los delitos de concusión, colusión desleal y abuso de autoridad.

Teniendo en cuenta que ya se ha iniciado la campaña para las elecciones generales de 2011, en que se elegirá al presidente de la república que suceda a Alan García, no han faltado voces que dicen que esta denuncia tiene intencionalidad política.

Puede ser, pero la denuncia se basa en un motivo cierto que la justifica —la mencionada modificación del contrato— y toca a los imputados (Alejandro Toledo y Clodomiro Sánchez Mejía) responder por este hecho perjudicial a los intereses del Perú. Quiérase o no, haya o no alguna manipulación política desde las altas esferas de gobierno, los que han actuado en contra de los intereses del Perú deben enfrentar la justicia.

Su pasado y su presente reciente lo perjudican
Aunque en algún momento Alejandro Toledo podría haber pensado o dicho o hecho creer que sus ministros u otros personajes actuaron a sus espaldas y lo engañaron con el cambio legal que posibilitó la exportación de nuestro gas, podemos afirmar que al ex presidente la exportación de gas sí le pareció y le parece buena. En el sitio de internet de Radioprogramas del Perú (RPP), con fecha del 10 de junio de 2010 leemos:

“El ex presidente Alejandro Toledo pidió a los frentes regionales del sur no oponerse a la exportación de gas, siempre que la economía continúe creciendo entre 8% y 10% en los próximos 15 años.

‘Que no se opongan a la exportación, más bien, que exijan que les construyan el gasoducto. No es posible que el gas no llegue a Cusco, produciéndose en Cusco; no es posible que las comunidades nativas por donde pasan las tuberías no tengan acceso al gas’, manifestó”.

Estas declaraciones no dejan lugar a dudas: Alejandro Toledo siempre vio con buenos ojos la exportación del gas, no muestra arrepentimiento. En estas declaraciones, al defender la exportación, el señor Alejandro Toledo exhibe una lógica contradictoria: si el crecimiento del país se mantiene alto (“entre 8% y 10%”), se va a necesitar menos gas (no más, como indica el sentido común); y de paso “olvida” que el consumo normal de gas —en este caso incrementado con un ramal para la zona sur— y su exportación hacen prácticamente imposible que se desarrolle la industria petroquímica, que traería muchos beneficios a la Macrorregión Sur y al país. No puede haber industria petroquímica sin un horizonte asegurado de por lo menos 30 años; nadie va a invertir una millonada para que a los pocos años la industria se paralice por falta del insumo principal (el gas).

Mira quién habla
Lo curioso —si se interpreta la denuncia como una acción política— es que la embestida legal la estaría dirigiendo un gobernante prochileno como el actual contra alguien como Alejandro Toledo que también ha servido a los intereses de Chile (exportación de gas, cielos abiertos del Perú a la aviación chilena, etc.). Cuando Alan García enfrentó las críticas por la traidora exportación del gas, manifestó que él simplemente dejaba que se cumpliera la ejecución de la modificatoria contractual que, además —dijo—, le parecía tan buena que él la hubiese firmado.

Entonces es irónico —si se quiere ver en esto intervención del actual gobierno— que sea Alan García quien pone contra las cuerdas a Alejandro Toledo por haber sentado las bases para la maligna exportación del gas.

La parte buena
El señor Alejandro Toledo inició su campaña tocando diversos temas pero —influido por un grupo de traidores a la patria que lo rodean— en ningún momento se ocupó de la exportación del gas. Esos corruptos metidos en la cúpula de Perú Posible creían que era posible iniciar la campaña tocando cualquier tema menos la exportación, que tan buenos dividendos les ha significado; pero con la denuncia del Ministerio Público Alejandro Toledo es como un toro de lidia que, debilitado y desangrado por las banderillas que le clavan, empieza a embestir al torero, pero ya sin las fuerzas y bríos que le han quitado las banderillas. Así como el toro con banderillas empieza su campaña el candidato de Perú Posible, por haber permitido la exportación de nuestro gas.

Ante esta situación, Alejandro Toledo debe hacer frente a la denuncia del Ministerio Público entendiendo que el caso tiene una faceta legal —para eso están sus abogados— y una faceta política. En el aspecto político, Alejandro Toledo debe convertir su respuesta en un impulso positivo, enmendando su error y poniendo la anulación de la exportación del gas como punto de su programa político electoral, con lo cual podría competir con Ollanta Humala, que hasta ahora es el único que tiene la defensa de nuestros recursos naturales y el establecimiento de industria petroquímica como parte de su oferta electoral.