Ex embajador Curtis informó que Alan García tiene un “ego colosal”

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Cable divulgado ayer por el El País, en diciembre del 2006 envió a Washington un perfil del mandatario. Refiere que el jefe del Estado es un maestro político, que vive y respira política y que a menudo trabaja  hasta tarde. Lea la respuesta de Alan al respecto.


Ahora le tocó el turno al presidente Alan García. Un cable secreto del ex embajador de Estados Unidos en Lima James Curtis Struble –enviado el 4 de diciembre del 2006, poco más de cuatro meses después de  que García asumió la presidencia– lo muestra como  desconfiado y con un “ego colosal”.

El cable diplomático, publicado por el diario El País y que forma parte de los documentos del departamento de Estado filtrados por Wikileaks, realiza un perfil sobre la personalidad y la salud física del mandatario peruano, según el mismo reporte secreto señala, a pedido de Washington.

Aunque en el primer párrafo el diplomático aclara que no toda la información es de primera mano, precisa más adelante que parte de ésta viene de contactos que tienen acceso directo al jefe del Estado.

Bajo el título de “Perú: salud física y emocional del presidente García”, el ex embajador refiere que la salud en general del mandatario parece ser buena, aunque es notorio que en los últimos meses ha subido de peso. Sin embargo, líneas más abajo comenta que hay rumores de que sufre de “trastornos maníacos depresivos o desórdenes bipolares”, los que son imposibles de confirmar.

Se afirma que muchos de estos rumores tienen origen en la última parte de su primer gobierno, cuando su popularidad se desplomó y la situación política y de seguridad estuvieron fuera de control.  “De acuerdo con algunos reportes, esto hizo que García cayera en una profunda depresión, y se encierre en sí mismo y rechace contacto público por varios días”.

Vive y respira política

Curtis menciona en el cable también que García tiene una pesada carga de trabajo y regularmente realiza demasiadas tareas. “Es un hombre que vive y respira política, a expensas de otras dimensiones de su vida, a menudo trabaja hasta tarde. Por otra parte, es un político puro en el sentido de que él nunca ha hecho nada más allá del trabajo de candidato o presidente, y es todo lo que sabe hacer”, indica el cable.

El entonces embajador de los Estados Unidos  dice en su reporte que la personalidad pública y privada del jefe del Estado no concuerdan. “En público tiende a impresionar con la majestuosa pose presidencial, sacando pecho, con la cabeza alta y los brazos y manos gesticulando, casi a manera de la coreografía de un líder. También se inclina a dar largos discursos públicos, mostrando que sabe de todo y usa un tono de superioridad”.

Comenta que ello contrasta con su actitud más informal en privado, pues es considerado y cortés con los que lo visitan; que se muestra como alguien que sabe escuchar y es abierto a sus interlocutores.

“Casi todos concuerdan en que García tiene un colosal ego, que puede cegarlo ante los méritos de buenas ideas y alternativas que no se le han hayan ocurrido a él. Para algunos observadores, aunque es improbable que repita los errores que llevaron a la ruina en su primera administración, el ego de García es su talón de Aquiles”, precisa el cable, advirtiendo que ello podría tener consecuencias contraproducentes para su actual gobierno.

Además, el informe señala que a menudo espera que sus ministros adivinen y lleven a cabo sus funciones, a la vez que “generen ideas políticas y propongan alternativas, exige lo imposible”.

Curtis dice de García que parece haber aprendido las lecciones de su primer mandato, ha reducido sus expectativas y se centra en programas prácticos más que en grandes visiones románticas.

“No tiene aparente ambición de cambiar el mundo, reordenar las realidades políticas y económicas de acuerdo a una nueva ‘visión’ para América Latina, o crear el nuevo modelo socialista o el hombre bolivariano”, afirma.

Presidente García responde

Por la noche, el presidente García Pérez calificó el informe de Curtis como “chacota” y como “opiniones que se recogen en cocteles”.

El mandatario dijo que “son chismes, rumores”. “No me siento ofendido, pero hay muy baja calidad de diplomacia”, expresó el presidente, quien descartó que pedirá explicaciones a Washington.

Textuales

"En base a suposiciones y rumores se envían al departamento de Estado apreciaciones que no tienen sustento, como allí mismo se reconoce. Refleja la precariedad alarmante de la diplomacia de los Estados Unidos”.

Luis Gonzales Posada
Ex canciller aprista

"Es normal que las embajadas hagan un perfil de un nuevo presidente, recogiendo opiniones de personas entendidas. En este caso creo que no han dicho nada nuevo. Por todos es sabido que García tiene un ego colosal, que es histriónico y teatral.

Con fuente de La República