Nueva puñalada de Chile y ¿quién traiciona más?

Por Juan Sheput


Siempre me pregunté como puede ser Ministro de Defensa alguien que, como Rafael Rey, dijo que un traidor a la patria, Vladimiro Montesinos, podía ser su asesor. Igualmente me pregunto cómo puede seguir siendo Canciller alguien que, como José Antonio García Belaúnde, calificó al territorio peruano usurpado por Chile como prescindible pues era de la dimensión de su chacrita.


Ahora que se ha fusilado mediáticamente al suboficial FAP Víctor Ariza por descubrírsele en acto de traición a la patria, es bueno ver la forma sistemática como este gobierno traiciona los intereses de nuestro país.

Porque ¿es o no es traición a nuestro país el ceder posiciones permanentemente ante Chile y permitir que el TLC con el vecino sureño no se discuta en el Congreso?

¿Es o no es traición a nuestros intereses que se ceda el control de nuestros puertos y aeropuertos a capitales del Sur?

¿Es o no es traición a nuestra economía que se prefiera un gaseoducto hacia Chile antes que a la macro Región Sur?

¿Es o no es traición que nuestro "ministro" de Defensa suspenda sin consultar con los altos mandos militares nuestras maniobras de guerra en el sur?

¿Es o no es traición no despojar de sus botones y galones a corruptos como Elesván Bello, Antonio Ibárcena y Nicolás de Bari Hermoza que se enriquecieron a costa de nuestras Fuerzas Armadas?

El suboficial Víctor Ariza merece ser sancionado con el máximo rigor de la Ley, que para este efecto no incluye la pena de muerte. Pero qué sanción merece una sociedad como la nuestra que cree que la invasión de intereses económicos de Chile es amical. Por ejemplo ¿qué sanción merece INDECOPI y la SBS que permiten que los grandes almacenes chilenos cobren los intereses que se les da la gana? ¿Quién supervisa o no la probable concertación de precios entre las farmacias chilenas que perjudican al consumidor? ¿Quién regula las abusivas tarifas de energía eléctrica a cargo de empresas chilenas?

Un primer paso para poner las cosas en orden es que nuestro Tribunal Constitucional declare como inconstitucional el TLC con Chile y que pase por el Congreso para su revisión. Otro paso, por seguridad nacional, es revertir las concesiones del aeropuerto de Chiclayo y Pisco y del puerto de Paita. Y otro paso importante es anular la venta de Collique. ¿Qué dira el sumiso presidente Alan García ante esto?
Chile se burla de Alan García y de su partido aprista una y otra vez. Pareciera que se han convencido que basta con una invitación a Santiago para que los dirigentes apristas digan chita la payasáaa.

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