Suspender TLC con Chile no implica romper relaciones comerciales


El líder del Partido Nacionalista Peruano, Ollanta Humala Tasso, manifestó que comparte la indignación mostrada por los líderes de la oposición durante la reunión convocada por García Pérez ante los recientes hechos de espionaje contra el Perú, pero que “mantiene su posición con respecto a que el gobierno debe ser más drástico, principista y patriótico, para que Chile responda por las acusaciones de espionaje al Perú”.


“Un gobierno patriota hubiera roto relaciones con Chile, denunciando estos actos ante la comunidad internacional, ante la Corte Interamericana de Justicia de La Haya en la que se ventila el diferendo marítimo. También tendría que dejar sin efecto el TLC con el país del sur”, expresó  Ollanta Humala.

Asimismo, agregó que el país espera un reconocimiento y una disculpa pública del gobierno chileno y la destitución de los responsables políticos de esta acción, “pues no basta que sólo entreguen al Jefe de Inteligencia de la Fuerza Aérea chilena”.

“Todos los Estados tienen servicios de inteligencia, pero la decisión de utilizar este servicio para penetrar en la seguridad nacional de otro Estado no la puede tomar ni siquiera el jefe del servicio de inteligencia. Esta es una decisión política por las consecuencias que puedan traer su descubrimiento, las mismas que pueden acarrear hasta un conflicto internacional.”

El líder nacionalista remarcó además que dejar sin efecto el Tratado de Libre Comercio con Chile o plantear la ruptura de relaciones no implica romper el comercio bilateral con el país del sur ni mucho menos despidos masivos o la antesala a una guerra, como lo indicó desatinadamente una congresista.

"Esta crisis marca el fin de una política de cuerdas separadas. No podemos ver el tema comercial independientemente del puñal de este gesto ofensivo", expresó Humala Tasso.

"Con estas acciones, el mensaje correcto que se tiene que dar a la comunidad internacional y a la población peruana es que primero están los intereses nacionales y que el Perú tiene capacidad de indignación. De lo contrario, estamos dando el mensaje de que nosotros también hacemos espionaje a Chile o a otros países y que, por lo tanto, este es un problema común y que hay que aceptarlo así", añadió.

Existe abandono moral y material de las Fuerzas Armadas
“El problema que tenemos actualmente es el abandono moral y material de nuestras Fuerzas Armadas. Esta situación viene desde la época de Fujimori cuando los servicios de inteligencia son degradados a ser instrumentos del poder político (…) lamentablemente esta es una realidad que no se ha sido solucionado todavía. Debe haber una reorganización de los sistemas de inteligencia y la revisión de quiénes están llegando a los más altas responsabilidades”, indicó.
A estas expresiones, Ollanta Humala sumó que el cargo de Comandante General de los institutos armados debe ser un cargo institucional y no de confianza.

Del mismo modo, advirtió que la moral de las Fuerzas Armadas está muy sensible. Explicó, por ejemplo, cómo se puede entender que un “mercenario israelita” venga supuestamente para enseñarles a soldados peruanos cómo combatir en el VRAE y que eso cueste a los peruanos, cerca de 9 millones de dólares, dinero que –dijo- hubiera sido destinado para mejorar el “rancho” de la tropa.

“¿Con qué clase de información clasificada se irán los israelíes a su país? Esta es nuestra preocupación. Como nacionalistas creemos que los problemas nacionales los resuelven los peruanos, no necesitamos que vengan tropas extranjeras a enseñarnos nada”, aseguró.

Con respecto al material bélico, Ollanta Humala resaltó la necesidad de definir la doctrina de defensa nacional para saber qué armas comprar, “si no se hace caso a las recomendaciones de las Fuerzas Armadas y se compra lo que se quiere para que se luzcan en un desfile,  esa es una gran irresponsabilidad”, denunció.

A este punto, el líder nacionalista indicó que es necesario reactivar la industria militar para que el Perú no dependa exclusivamente de las compras externas de armamento, pues eso le quita libertad de acción a nuestras Fuerzas Armadas.
 
Además recomendó que debe haber una transferencia tecnológica y poco a poco obtener una autonomía tecnológica que nos permita como país ir construyendo “nuestro propio material bélico; a eso debe tender nuestras fuerzas, por eso debe existir industria  militar, Marina mercante que colabore con la Armada peruana y, sobre todo, la participación de industria nacional que cubra las necesidades militares”, puntualizó.