La nueva “moral” de Radio Capital y la parricida Elizabeth Espino


Hay un émulo de Montesinos en las sombras de Radio Capital que da luz verde a una serie de contenidos que promueven la degradación del ser humano, como se pudo apreciar a raíz del parricidio cometido por Elizabeth Espino.


No es coincidencia, son por lo menos dos de sus programas de mayor sintonía, uno conducido por “Carlos Carlín” y otro por Jorge Bruce, quienes en lugar de buscar ser constructivos manipulan para difundir contenidos degenerantes para la sociedad.

En esos programas el público interviene, pero estos dos conductores se caracterizan por inducir y manipular a la opinión pública, en especial Jorge Bruce, quien inclusive llega a cortar cuando alguien (aunque hable con respeto) da una opinión que no coincide en esencia con la suya.

Mataperro y matamadre

Carlín y Bruce dedicaron esta semana a abordar el crimen de la abogada Elizabeth Vasquez. Todo el contenido de sus programas buscó la justificación y la comprensión para la parricida, como si no hubiese cometido el más execrable de los crímenes, sino una simple falta. Bruce invitó a psicólogos que apoyaban la idea de atenuar el horror del parricidio por el camino de la “comprensión”.

Curiosamente, Carlín tocó también el tema de una mujer embarazada que mató a un perro. Para este caso se promovió prácticamente el linchamiento de la mujer que mató al perro por parte del público, pero promovían la “comprensión” de la parrida Elizabeth Espino. Tan del agrado del productor fue este programa que fue repetido el domingo.

Para Radio Capital y su secuaces es más grave matar a un perro que matar a la madre. Y aunque de verdad ese sea su perverso parecer y su escala de valores, no tienen consideración de que su programa se transmite en horarios aptos para menores. ¿Dónde está la Asociación Nacional de Anunciantes (ANDA), que permite estas aberraciones?

En el caso de Bruce, no sólo la calidad es por este tema. Su vulgaridad llega a tanto que hace poco en un programa alentó que la gente llame pare decir frases de lo más grotescas, las cuales celebraba.

En un inicio Radio Capital parecía una buena alternativa democrática por permitir la participación del público, pero con esta clase de programas y con esta clase de personajes cada día se parece más a los medios que eran digitados por Montesinos en sus días más venenosos y negros.