Ayacuchanos sin agua

La sed se apodera del campo, Los animales mueren por falta de agua y la tierra está seca, Del valle, sólo queda el recuerdo, En Llachucmayo, una de las comunidades golpeadas por la sequía, y la violencia senderista, la vida de los agricultores, ganaderos es cada día más difícil, sus manantiales están secándose, sus pozos agonizan y el agua ya no corre igual por sus riachuelos, Para los que viven de la tierra, esto es un preludio de días peores; pero nuestras autoridades prefieren esperar más señales antes de hablar sobre los efectos del cambio climático en Perú, y sus soluciones inmediatas.
Carlos Cisneros Chuchon; ha pasado parte de su vida en Lima, y ahora ha retornado a su tierra natal de donde nunca debió salir a los 10años; el cuenta su historia de cómo Sendero Luminoso mato a toda su familia, en presencia suya, y el haciendo mil malabares, logra escapar de la matanza infernal, de esa lacra senderista, A sus 38 años no encuentra en sus recuerdos días como los que le ha tocado vivir ahora, un verdadero infierno, el es un hombre ceremonioso, y laborioso, el cuenta la historia como si hubiera sucedido el día de ayer, con lagrimas en los ojos, y nos toca esa sensibilidad humana, de todos quienes entendemos y vivimos, ese dolor que te queda como una secuela de una herida profunda, que por años se lleve por dentro casi vivo.

El es el presidente de la comunidad mas pujante de Ayacucho “Llachucmayo” ellos han logrado atraer inversiones extranjeras, a través de la fundación SOLID PERU, con quienes vienen implementando proyectos como “una planta lechera, mas ambiciosa con una tecnología de punta, un instituto tecnológico lechero para la comunidad, una piscigranja de truchas, reservorio de agua”

Los más de 100 comuneros imitan una estrategia de cómo se puede cuidar el agua, comentan ellos como sus antepasados cuidaban el agua, con cantos ceremoniales, evocando al yacumama, llegaba la lluvia en azotadas torrencialmente, había en abundancia sus comestibles, de papa, quinua, trigo, maíz, sus antepasados tenían cada uno sus ojo de agua de donde podían consumir sin echarle ningún químico, cloro o potabilizadores, la comunidad tenia suficientes cantidades de agua pura cristalina para todos, hasta que llegó la sequía, Ahora, cuando le preguntan del agua, el, como todos en la zona, repite: “Yaku manakanchu” (no hay agua) Después, remarca que “el agua aguantaba hasta que lluvia pero ahora todo está seco, Más antes no sufríamos, ahora grave sufrimos sin agua, Nunca sabíamos ir a traernos en burritos (trasladan bidones con agua en el lomo del animal) desde el río”.

Ese es el denominador común en las comunidades campesinas mas alejadas los peruanos sin agua, azotadas por la sequía, que ahora golpean la puerta de las autoridades locales, regionales, en busca de soluciones urgentes, plantas de tratamiento, reservorios, canalizaciones, porque sus aguas se vienen contaminando en forma irreversible, comparten sus aguas, con los animales, aguas arriba sus animales defecan, ellos toman mas abajo, la sequía los afecta, sin agua, sin cosecha, ahora que se acerca la siembra los problemas por el agua se han multiplicado, después de varios fenómenos climáticos (El Niño y La Niña ) y de malos presagios como el aumento sostenido de la temperatura ambiente, ayacucho esta dentro de lo previsto por el calentamiento global que hablan los científicos.

Los pobladores ruegan por que las lluvias lleguen rápido y tienen listos sus campos para sembrar trigo, quinua, papa, maíz los productos estrella de la zona, Sin embargo, la baja de la última cosecha ha obligado a los pobladores a migrar o a buscar fuentes de financiamiento, para reforestar cuidar los ojos de agua, o manantiales, y dejar a las otras generaciones que a ellos también les pertenece esta planeta llamada tierra.

Abel Cruz Gutiérrez.