Se busca proteger la salud de los consumidores en todo el mundo.

El organismo de normalización alimentaria de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció nuevas normas de inocuidad para los melones e higos secos.

La Comisión del Codex Alimentarius, gestionada conjuntamente por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mudial de la Salud (OMS), establece las normas alimentarias internacionales sobre la inocuidad y la calidad de los alimentos para promover alimentos más nutritivos e inocuos para los consumidores en el mundo.

 

De acuerdo a lo detallado por la FAO existe un problema emergente de salud pública relacionado con la popularidad creciente de las rodajas de melón pre cortado, cuya pulpa expuesta puede convertirse en un caldo de cultivo para las bacterias.

La fruta ha estado relacionada con brotes de salmonella y listeria.

Es por ello que la Comisión recomendó envasar o envolver y refrigerar los melones pre cortados lo más rápido posible y distribuirlos a temperaturas iguales o inferiores a 4°C.

De la misma forma aconsejó el enfriamiento y almacenamiento en frío tan pronto como sea posible después de la cosecha y que las hojas de los cuchillos utilizados en las labores de cortar y pelar la fruta sean desinfectadas en forma regular.

En cuanto a los higos se informó que existe una variedad de micro toxinas – aflotoxinas –  producidas por mohos, que se saben son cancerígenas y pueden encontrarse en niveles elevados en diversos productos, entre ellos los frutos secos, si estos no se almacenan correctamente.

La Comisión acordó un límite máximo de seguridad de 10 microgramos por kilogramo para los higos secos, además de las instrucciones para efectuar la toma de muestras.

El organismo también estableció nuevas normas sobre el nivel máximo de melanina en preparados líquidos, normas de inocuidad para productos marinos y medidas relacionadas al etiquetado de los alimentos. Esta última tiene como objetivo ofrecer una mejor información a los consumidores.

Las normas del Codex sirven en muchos casos como base para las legislaciones nacionales y se utilizan como referencia en el comercio internacional de alimentos.

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