Andahuaylas ha sido conmocionada por el asesinato de dos niñas. Una de ellas vendía en la calle. No es la primera vez que un depravado asesina a una niña que trabaja en la calle.

 

nina ambulante asesinada Andahuaylas 2019

 

Estos días hemos sido testigos de derroche por parte del Estado, como es el caso del proyecto de ley, aprobado por el Congreso, para financiar a los productores de cine, sujetos que no están en pobreza ni extrema pobreza, y además sus producciones no son educativas ni de investigación.


Se trata de uno de tantos casos de derroche de los recursos del Estado, como es el caso de las incontablemente denunciadas consultorías millonarias inútiles, generalmente para beneficiar a oenegeros de dudosa calidad profesional que conforman argollas enquistadas en sucesivos gobiernos de turno.

Niños de la calle

Un niño que vende en la calle o que deambula en la calle evidencia que sus padres, por pobreza, no pueden sostenerlo en condiciones dignas y seguras, o, peor todavía, que no están en condición de pobreza pero han decidido dejar en abandono o semiabandono a sus hijos.

Si se trata del primer caso, el Estado tiene la obligación inmediata de recoger a estos niños y enviarlos a albergues, y de hacer lo mismo en el segundo caso, donde, además, deben buscar una sanción para los padres.

Un tercer caso sería el de niños huérfanos, donde el Estado debería actuar de igual forma enviando a los menores a albergues.

Esta situación que arrastra años no es de interés del Congreso ni del Ejecutivo, pues si se trata de la niñez en peligro los congresistas gustan de aparecer con declaraciones tremendistas para los titulares cuando sucede una tragedia como esta.

Lo mismo hacen las ministras de la Mujer o de Inclusión: lamentarse cuando ya no hay nada que hacer y una vida está perdida, como ha sido en este caso, en manos del homicida Michael Oscco Quispe.

Los niños expuestos al peligro están por todas partes. En Lima los encontramos a menudo en la venta ambulatoria o la mendicidad y ni siquiera porque están a la vista de las autoridades de la capital se hace algo. ¿Hasta cuándo?

La ministra de la Mujer llama a los padres a cuidar a sus niños, eso está bien, pero, ¿y el rol del Estado? ¿No andan pregonando que los niños son la prioridad? Entonces eviten derrochar en parásitos o planillas doradas y dedíquense de verdad a la niñez.