Aprofujimontesinismo: Gracias "terrorismo"


Por Juan Sheput


Ha resultado muy oportuna la "reaparición" del tema del terrorismo, para el fujimontesinismo y sus aliados, leáse el Apra y Solidaridad Nacional. Rápidamente, cual psicosocial exitoso, la ciudadanìa tiene de qué hablar y se ha olvidado de Petrotech, de la venta del gas a Chile, del cambio de USB´s, de la caída de Keiko en las encuestas y -cómo no- de la desastrosa gestión de Luis Castañeda que tiene en la farsa del Metropolitano un emblema.


La "reaparición" del terrorismo resulta pues funcional para las candidaturas que representan los peores intereses del país. El fujimontesinismo siempre utilizó al terrorismo como mecanismo de distracción o manipulación. Lo usó a su antojo en 1995, en 1997, en 1999 y en el año 2000. Durante los gobiernos de Valentín Paniagua y de Alejandro Toledo, el terrorismo fue un fenómeno en extinción, que volvió a fortalecerse gracias a la incapacidad del gobierno de Alan García, que permitió que, a partir del crecimiento del narcotráfico, los remanentes de Sendero Luminoso tengan una fuente de financiación.

En estos días, luego de 4 años de gobierno aprista, reaparecen las marchas y las mágicas requisas en los penales, que convenientemente encuentran de todo un poco. Requisas adecuadamente difundidas por medios afines al fujimontesinismo, con el evidente propósito de infundir temor en la población. Que no nos soprenda que esta gente sin escrúpulos empiece a colocar sus cochecitos bomba o que perpetre algún atentado selectivo. La desesperación por impedir que gane un demócrata que investigue la corrupción y defienda y respete los derechos humanos los va a llevar, probablemente, a cometer actos sin sentido.

Es por ello muy importante el llamado que hace Glatzer Tuesta, correcto conductor del programa "No hay derecho" que se emite en Radio San Borja, en el sentido que hay que desenmascarar los intentos de la mafia por consolidarse nuevamente. Ahora se siente fuerte, tiene aliados en el gobierno y en los que tiemblan por sus indicios de corrupción. Y gracias a esa debilidad que fluye de la putrefacción es que se vuelven funcionales con el terrorismo, lo necesitan, lo requieren. Sin él no hay posibilidad de supervivencia.

Y como escribíamos ayer. Con el actual gobierno y sus adláteres operadores mediáticos, no hay posibilidad de debate. Es imposible tratar el tema del terrorismo con seriedad y calma, pues la reacción es la histeria o el insulto. Así se pierde la oportunidad de confrontar ideas que nos lleve a ver la situación del país luego de 18 años de la captura de Abimael Guzmán. Lo cierto es que, con actitudes como la del gobierno, de impedir la voz de los que menos tienen, o el autoritarismo al servicio del capital que aceita, el rebrote de la sedición no debería sorprendernos. Es directa consecuencia de la forma actual de gobernar.