Estamos peor que en la década del Fujimontesinismo

Por Juan Sheput


A 10 años del video Kouri Montesinos que derribó a la corrupta dictadura, la Mafia sigue trabajando, enviando audios a sus operadores mediáticos para darnos el mensaje que siguen en la brega, dispuestos a luchar para consolidarse en el poder. Por eso al escuchar el repugnante audio que invade la privacidad de Lourdes Flores, independientemente de aquellas partes que merecen una investigación y aclaración, me doy cuenta que estamos peor que en la década de los 90. Y si no cree que estamos peor que en la época que gobernaban Fujimori y Montesinos pues medite sobre lo siguiente:
  • Una alianza de tránsfugas, investigables y procesados en el Poder Judicial cogobiernan con el Partido Aprista en el Congreso de la República.
  • Se bloquean todos los intentos de fiscalización e investigación.
  • Los medios de comunicación del estado son vehículos de adulación, distracción y manipulación vergonzosa. Miren lo que pasa en el Canal 7 por ejemplo.
  • La alianza mencionada aprofujimontesinista tiene quién le escriba. Medios planos sin tiraje pero con mucha propaganda del gobierno se dedican a la loa y a la justificación.
  • Los petroaudios son manipulados, se pierden pruebas, se roban cajas con documentos de ministerios, se indulta a corruptos, se abusa de los decretos de urgencia, las licitaciones son a dedo, abundan las obras inútiles, se nombran ministros cuestionados y los ministros que se van buscan postular al Congreso para lograr inmunidad.
  • La campaña electoral se ha convertido en un relleno sanitario. Por culpa de falsos periodistas que intoxican noche a noche a la sociedad con sus denuncias selectivas, con su amoralidad, con su total apego por lo sórdido.
  • En medio del caos en el Perú se nota que no hay instituciones. Jaime Bayly dedica su programa a atacar a un candidato y ni la Defensoría del Pueblo ni el Jurado Nacional de Elecciones ni el Consejo de la Prensa Peruana dicen nada.Los ciudadanos abandonados a su suerte.
  • El APRA, ese partido que The Economist llama en su último reporte como notoriamente corrupto, es un juguete en manos de un caudillo, marcha a la deriva, al servicio de intereses perjudiciales para el país.

Estamos peor que con el fujimontesinismo. Se utiliza la máscara de la democracia para justificar una falsa libertad de prensa, con un falso periodismo encargado de demoler candidaturas que no son cómodas para los intereses que defienden. Se ha pasado de la geisha al sicario mediático, ambos cobran por sus favores, usan métodos distintos, pero igual se ponen al servicio de quien los convoca, por miles de verdes razones.

Nuestro país pasa por un problema muy serio. Todo aquello por lo cual se luchó ha vuelto gracias al doctor Alan García: la falta de institucionalidad, la abundancia de propaganda estatal, los ministros secretarios, la corrupción generalizada, la falta de valores, los medios de comunicación al servicio del régimen, la destrucción de candidaturas, la fabricación de calumnias, la tergiversación, la vulgaridad e insolencia en la respuesta política, etcétera, etcétera.

Si no reaccionamos a tiempo, la mafia, esa que enloda todo, se consolidará por mucho tiempo. Ya están en parte del poder, lo quieren todo. Hay que evitar que se consoliden.