La dobre moral de Susana Villarán


Victor Raul Huaman, Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

  Si existía un argumento de fondo para los apristas para no votar por Susana Villarán, fue porque para nadie es un secreto lo que significa la práctica sectaria en el sindicalismo magisterial de Patria Roja mediante el SUTEP y como se ha ido extorsionando a la educación hasta llevarla a su estado actual. Es este gobierno el que ha quebrado ese monopolio y le ha quitado el protagonismo al SUTEP, con reformas como Carrera Pública Magisterial y renovando la infraestructura de las llamadas Grandes Unidades Escolares. Aún queda pendiente lo de la Derrama Magisterial que sigue siendo la caja chica de los dirigentes magisteriales.


Es entendible el reciclaje legítimo de Patria Roja de colgarse de la Sra. Susana Villarán para incursionar en nuevos escenarios de lo que entienden por democracia con sus principales dirigentes como candidatos. Ante esto, los apristas dijimos NO a Susana Villarán, por un principio elemental de vigencia del sistema democrático en proceso de consolidación institucional y la toma por un partido de la Dirección Educativa Regional de Lima.
 
Pero ahora existe un valor agregado que ha surgido de la polémica entre las dos candidatas. Sucede que la Sra. Susana Villarán no ha explicado la razón por la que no declaró tres propiedades a su nombre en la Declaración Jurada que estaba obligada a realizar ante el JNE. Esto es impropio de una persona que dice luchar contra toda práctica corruptiva ¿O será que la aspirante principal al Municipio de Lima no está al día en sus tributos? ¿O será que la procedencia de esos bienes es vergonzosa por ilegítima? Se pueden especular muchas cosas y esto le va a significar muchos puntos a la candidata del comunismo en proceso de reciclaje. 
 
Tengan la seguridad que si algún candidato aprista hubiera cometido esta negligencia, simplemente la prensa lo hubieran descalificado para continuar en carrera política y de ello se hubiera encargado Jaime Bayly y Baruch Ivcher, quienes callan lo de las propiedades para no alborotar el estado actual de las tendencias favorables a sus intereses.
 
Estamos ante un tema peligroso de la ética política y la práctica de la doble moral de Susana Villarán, algo que le puede significar la derrota: ¿Cuáles fueron las razones de su negativa a declarar tres propiedades?
 
En estas circunstancias, los apristas deben considerar no un voto a favor de alguien, sino en contra de un proyecto cuya candidatura no garantiza la decencia que se proclama hipócritamente para la política, mucho menos para dignificarla.