Torpeza social
Por Augusto Álvarez Rodrich.
Diario La Republica 12-12-10.

Si FS quería ir sola, ¿por qué acabó tan mal acompañada?
 
Hay fotografías que valen más que 2,640 caracteres  –el tamaño de esta columna–, y esa que se publicó ayer en la que Fuerza Social (FS) firma su alianza –y, de paso, su sepultura– constituye un registro de la vocación suicida de un partido joven que pudo representar la izquierda moderna que el Perú requiere y que, en lugar de eso, prefirió expedir su propia constancia de defunción.

No otra cosa implica su decisión de ir a la elección presidencial en alianza con el Movimiento Nueva Izquierda –o sea, Patria Roja–, Tierra y Libertad del padre Marco Arana, el Partido Fonavista, y la Democracia Cristiana que seguramente debió resucitar y salir de su tumba para asistir a la firma del pacto.
 
La vinculación con Patria Roja –que puso en riesgo su triunfo de octubre– es tentación por la onda retro, transmite un deja vu con la izquierda atrasada, y hace pensar que la reciente victoria municipal fue de chiripa por la confluencia de factores circunstanciales, pues los dirigentes de FS están revelando una torpeza insólita para dilapidar el capital político que ganaron.
 
Pero peor que esa insistencia en el error es la alianza con el Partido Fonavista. Además de que este no tiene razón para postular después del referéndum, su presidente, Raúl Canelo, es abogado de un acusado por el escándalo Comunicore.
 
Esta alianza no le aporta votos a FS y desvirtúa la identidad con la que se asomó en la elección municipal, en el sentido de ser la izquierda democrática y moderna que el Perú requiere, al igual que se necesita en el lado diestro del tablero político.
 
Además, este pacto aporta dudas sobre la capacidad de manejo político que tendrá la alcaldía metropolitana de Susana Villarán. Quizá este sea el momento de tomar alguna distancia para que este zafarrancho no malogre su proyecto municipal.
 
En este contexto, ha hecho bien Hernando ‘Nano’ Guerra García al retirar su precandidatura presidencial para las elecciones internas de FS, y solo continuar como militante para abocarse a apoyar la gestión municipal de Villarán. Este combo aliado no tiene nada de emprendedor, va contra el tráfico.
 
A FS le queda ahora la candidatura de Manuel Rodríguez Cuadros, un diplomático talentoso que quiere recorrer la ruta de José Luis Bustamante y Rivero cuando en 1945 cambió la embajada en La Paz por la presidencia. Pero la circunstancia actual es otra, y su estilo será útil para la negociación diplomática pero, en una elección, es un plomazo muy aburrido.
 
Con ese candidato y ese combo aliado, FS va a perder su inscripción electoral y, más grave aún, su identidad como partido de izquierda moderna. Si quería ir sola a la elección presidencial, solo ellos saben por qué decidieron ir tan mal acompañados. FS ha optado por fracasar aun antes de empezar. Es el fin.