Los green shoots del Estado Cleptocrático

Por Juan Sheput


Con el título de Una pista que apunta a García, César Hildebrandt ha hecho una grave denuncia sobre lo que sería un gran negociado más: la autopista Gambetta en el Callao. Con gran detalle demuestra, palabra por palabra, cómo está sobredimensionada la obra y de qué manera se puede engañar a la ciudadanía. Se nos vende la idea que la obra en cuestión será de gran beneficio, cuando de lo que se trata no es de una construcción sino de una remodelación y que tiene un costo de más de 400 millones de soles por encima de lo calculado técnicamente. El periodista Hildebrandt señala a la dupla Alan García, quien brindará los recursos —cómo no—, y a Alex Kouri quien los administrará.

 

Una fuente muy bien enterada señala lo que sería un gigantesco acto de corrupción.

La verdad es que no me sorprende. El presidente Alan García tuvo durante su primer mandato graves acusaciones de corrupción que no enfrentó. Como sabemos, prescribieron. Se alejó del país para no enfrentar a los tribunales.

El caso de Alex Kouri tiene matices similares. En los últimos meses ha sido objeto de serias acusaciones de corrupción que él asume con gran naturalidad. Allí tenemos CONVIAL (cuyo origen fue en la salita de Montesinos, donde Kouri dijera "el negocio está en el peaje"), la venta de terrenos a su abogado (claro está todo de manera legal), y así por el estilo.

César Hildebrandt solicita que algún congresista decente acoja esta denuncia. Ojalá así sea, aunque creo que esta será tarea del próximo Congreso. Bastaría que congresistas como Víctor Andrés García Belaunde o Yohny Lescano trabajen junto a personajes como Javier Diez Canseco para que la corrupción entre en aprietos.

Sin embargo esta es tarea de la Contraloría, donde está Fuad Khoury, el contralor de Alan García, que como sabemos ya está gozando opíparamente de los beneficios de su nuevo cargo, pero que todavía no asume en serio sus funciones.
La Contraloría tiene una norma que acoje denuncias anónimas. Con mayor razón debe asumir las denuncias con rostro y apellido como la de César Hildebrandt. Si Fuad Khoury con el pretexto de la inversión no acoge la denuncia de César pues estaremos en presencia de otro green shoot, otro brote verde pero de la corrupción. Estaremos presenciando el renacimiento del Estado cleptocrático, un estado en donde las instituciones son funcionales al negociado y la corrupción, donde los jefes gritan para la foto pero en la práctica...no hacen nada.

Y Yehude, ¿dónde está Yehude?. Prefiero pensar que el pobre de Yehude no se da cuenta de lo que está haciendo.

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