Se intensifican ataques terroristas


Por Alfredo Palacios Dongo


En solo nueve días se han producido tres ataques terroristas en la zona del valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE), lo cual representa una preocupante intensificación de acciones subversivas —cada vez con mayor capacidad de combate— contra bases y efectivos de las FF. AA. Dichos ataques se iniciaron el pasado día 4 contra la base militar del cerro San Judas, y cuatro días después contra la base de puerto Ocopa en Satipo, quedando herido un soldado. También atacaron en el cerro San Judas dos helicópteros MI-17 de la Fuerza Aérea y el Ejército, y el día 12 emboscaron una patrulla militar en la zona de Vizcatán, donde murió un sargento al pisar una mina —según información oficial— sembrada por el propio Ejército para evitar ataques externos.


Después del criminal ataque terrorista del pasado 2 de setiembre en Sinaycocha en el que fue derribado un helicóptero MI-17, muriendo 3 efectivos de las FF. AA. y quedando 5 heridos, el ministro de Defensa, Rafael Rey, manifestó la decisión del gobierno de “revaluar” las formas de actuar en la estrategia o táctica de las FF. AA. en la zona de operaciones del VRAE, y asimismo, de “redireccionar” el presupuesto destinado a compra de armas para defensa externa hacia la lucha terrorista.

Con respecto a la “revaluación” del accionar de las FF. AA., fundamentalmente debe mejorarse el ineficaz sistema de inteligencia para enfrentar a los terroristas y prevenir sus ataques y emboscadas. Sobre la “redirección” del presupuesto de defensa externa al VRAE sería una decisión equivocada, ya que los exiguos recursos del Núcleo Básico de Defensa (US$ 120 millones anuales entre el 2007 y 2011) están casi en su totalidad comprometidos y además cubren los requerimientos de un mínimo porcentaje de unidades de las FF. AA. Los recursos restantes no cubrirían las necesidades de adquisición de equipamiento para hacer frente al de los terroristas, obtenido con dinero del narcotráfico que mueve alrededor de US$ 2,000 millones anuales.

En este contexto, sin adecuados recursos las FF AA están limitadas para cumplir su misionamiento tanto en el frente externo como en el VRAE. La lucha contra el terrorismo en el campo militar requiere además de mayor presupuesto para adquisición de helicópteros blindados, cámaras infrarrojas (Flir), aviones no tripulados con cámaras de monitoreo de largo alcance (UAV), detectores de minas de alta precisión, vehículos de transporte blindados, entre otros equipos de inteligencia, comunicaciones y armas de última tecnología.

Publicado en el diario EXPRESO, fecha 17 de octubre de 2009