Este buen Código de Consumo será malo si no se difunde masivamente

Por Gabriel Bustamante Sánchez*


Desde agosto 2010 en mi país Perú existirán 2 eras: ANTES DEL CÓDIGO DE CONSUMO Y DESPUÉS DEL CÓDIGO DE CONSUMO.


Todos los abusos cometidos a los 30 millones de consumidores y usuarios serán historia luego que el Presidente de la República ponga su rúbrica a la Ley de Protección y Defensa del Consumidor. En el Parlamento el 100% de Congresistas votantes pulsaron a favor (botón verde); ninguno en contra (botón rojo), ninguna abstención (botón ámbar).

ALGUNAS PRÁCTICAS ANTES DEL CÓDIGO DE CONSUMO:
-       Existían cláusulas abusivas emitidas inconsultamente por los fabricantes o empresarios.
-       Los proveedores de servicios públicos podían interrumpir o desabastecer sus servicios sin compensar a los usuarios.
-       Se cambiaban las monedas de los contratos, ejemplo de dólares (cuando se cayó) a soles, sin previo aviso.
-       Se aplicaban métodos comerciales agresivos o engañosos.
-       En la telefonía celular o fija (sistema prepago) si uno no consumía los minutos al vencer la tarjeta, los perdía.
-       En los servicios de salud, ante el ejercicio profesional negligente, los establecimientos responsables nunca eran sancionados ni multados.
-       Las aseguradoras y proveedores de servicios de salud variaban unilateralmente las condiciones del contrato, por ejemplo, las preexistencias.
-       En los servicios inmobiliarios los periodos de garantía, o no existían o eran por periodos muy cortos.
-       Las financieras, bancos o casas comerciales ponían tasas de interés ficticias para “atraer” a los clientes.
-       Las multas máximas eran sólo de 300 UIT.
-       Los boletos de pasaje eran intransferibles, sólo lo podía usar el titular.
-       Los restaurantes cobraban lo que se les antojaba y no existía una lista de precios.
-       No existía un Libro de Reclamaciones en los lugares de venta al público.
-       Los colegios o universidades no entregaban información sobre los servicios ofrecidos.
-       Los supermercados y establecimientos afines hacían lo que querían con los “céntimos” que requerían “voluntariamente” de los usuarios.
-       Las Asociaciones de Consumidores no podían presentar denuncias en salvaguarda de 1, 100 (intereses colectivos) o de 30 millones de consumidores o usuarios (intereses difusos).

DESPUÉS DEL CÓDIGO DE CONSUMO:
Nunca más se repetirán estas prácticas. EL CONSUMIDOR FINAL (ya no el consumidor diligente ni el responsable como proponían los que al parecer creen que Perú es Suiza) será el protagonista.

La clave finalmente radica, a nuestro modesto entender, en alcanzar a todos los peruanos (de forma masiva) estos beneficios; es decir EMPODERARLOS. El Estado y el sector privado tienen la palabra.

* Presidente de ACUSE.
Asociación de Consumidores y Usuarios de Seguros.
www.segurosbustamante.net  4728202  2650290  998334923.