AFP: Cambio de porcentaje del sueldo a comisión de saldos perjudica al trabajador

Beatriz Merino propone cambiar descuento por comisión de saldos

Por Rocío Ferrel

Beatriz Merino, presidenta de la Asociación de AFP, propuso al Congreso una modificación en la legislación para cobrar una comisión por saldos, en lugar de un porcentaje, de las remuneraciones de los trabajadores, como es hasta ahora.


Explicó que el trabajador no tendrá descuentos de 1.95% en su boleta de pago, sino en el saldo acumulado en su cuenta en la AFP y alega que  habrá mayor dinero y liquidez disponible, mes a mes, para el trabajador.

Dijo que el plan de “comisión por saldo” sería voluntario y se aplicaría a los nuevos afiliados, pero también estaría abierto a los antiguos aportantes y sería de 1.38% mensual, que será mayor o menor, en función de la rentabilidad que consigan para los fondos de pensiones.

No es novedad

 

En realidad la propuesta de Merino ya existía desde 1992 en el  DL 25897, que establece las formas opcionales de retribución que puede elegir la AFP para cobrar a sus afiliados, en su artículo 24, inciso “c) Una comisión porcentual sobre los saldos administrados”, que fue suprimido posteriormente. La propuesta de Merino sería un retorno a la norma inicial.

Perjudica al trabajador

Beatriz Merino hace su trabajo, que es defender no a los trabajadores, sino a las AFP, está en su derecho de velar por los intereses que representa, pero hay que tener en cuenta que toda la normatividad de las AFP está diseñada para asegurar la ganancia de las AFP (ver Los ganadores con la creación de las AFP), no de los trabajadores y si una comisión mensual en el sueldo del trabajador es ahora cara, podría ser peor una comisión de 1.38% sobre los saldos de su cuenta, porque es 1.38% de todos los aportes de los sueldos que cada mes ha percibido el trabajador por años.

Si un trabajador tiene 5 años de trabajo a 1,000 mensuales, en un mes la AFP le cobrará S/.19.50, pero con esta nueva propuesta le cobraría 1.38% de su saldo, según el diario Gestión. Así (sin tomar en cuenta la norma de duración limitada que afecta las gratificaciones) tenemos:

10% de 1,000 x 14 sueldos x 5 años = 7,000 total de aportes en 5 años

El saldo aproximado, con la rentabilidad promedio del sistema en los últimos 5 años, 8.34% acumulada = 8,269.11 en el Fondo tipo 1, pero en el Fondo tipo 3, con rentabilidad promedio en los últimos 5 años de 19.35%, el saldo sería de S/.10,285.87.

La nueva comisión de 1.38% sobre el saldo sería de S/.114.11 en un mes en el Fondo tipo 1, o de S/.141.95 en el Fondo tipo 3, contra los S/.19.50 que es la comisión actual de 1.95% sobre el sueldo mensual de S/.1,000. Es decir, cada mes la AFP incrementaría más de siete veces la comisión respecto de lo que ahora cobra. La situación será peor para los afiliados que tienen más que el ejemplo, muchos tienen más de  20 mil soles de saldo-

En este ejemplo la AFP siempre sale ganando. El trabajador no siente el descuento mensual, pero en su jubilación tendrá menos dinero.

¿Qué porcentaje sería equitativo?

Una retribución a las AFP que sea equitativa, que no perjudique a las AFP ni al trabajador, debería ser un porcentaje de las ganancias mensuales que obtengan los saldos administrados.

Por ejemplo, en el caso de la AFP Prima, que mantiene un saldo de afiliados al mes de mayo 2011 de 26, 513 millones, si su administración hace ganar al fondo sólo 5% en un mes habrá mil 325 millones 675 mil soles que habrán ganado los afiliados. Entonces la AFP debería cobrar un porcentaje razonable sobre esa ganancia y podría tener muy buena renta, que será mucho mejor si invierte bien y gana mucho más que eso.

Esta fórmula es equitativa porque las AFP deben ser empresas profesionales en su trabajo que es hacer ganar a los fondos que administran. Entonces, en el peor de los casos el dinero de los afiliados debería ganar el porcentaje de interés que otorgan los ahorros en un banco, nunca perder, que es lo que ha sucedido varios meses desde su existencia en los fondos que administran las AFP. En el mes en que los fondos pierdan la AFP no deberían ganar nada, aunque deberían abonar al fondo, con el dinero de contingencia de su empresa, al menos una ganancia equivalente al interés bancario promedio en ahorros.

Así, las AFP demostrarán que saben invertir los fondos, no puede ser que se permita que las AFP inviertan tal vez tratando de favorecer a ciertos grupos económicos y que con ellos los fondos de los afiliados se reduzcan en lugar de crecer, como es posible, y ha sucedido, con la legislación actual.

Libre desafiliación

Cabe recordar que hasta ahora no hay libertad, pese a la promesa electoral de libre desafiliación de  Alan García, fue una burla porque está sujeta a numerosas restricciones (ver Libre desafiliación: mofa electorera).

¿Conviene la pensión a un afiliado de AFP?


Como lo explicó Jaime Delgado, si un trabajador que gana 1,000 mensuales aporta por 30 años a una AFP, recibirá una pensión aproximada de 300 soles. En el sistema que propone, las cajas municipales le darían una pensión de 1,300 soles.

Libertad de disposición

Otra modificación que urge promulgar es la libertad del afiliado para disponer de su fondo cuando se jubile, porque se trata de sus ahorros, sobre los cuales debería tener poder total. Ahora, si muere la AFP se queda con su fondo sin que pueda nombrar herederos como quiera. Tampoco lo puede retirar totalmente incluso si supiese que está con una enfermedad terminal. Eso no es libertad, es expropiación.

Asociación de afiliados


Como las AFP fueron creadas para que las empresas ganen a costa de los trabajadores, no contempló la creación de una asociación de afiliados que defiendan sus intereses y tengan representación en el directorio de las AFP, como debería ser y deberían ser verdaderos supervisores que impidan malas inversiones.

Los afiliados deberían elegir a sus representantes por voto universal, un afiliado un voto, con ayuda de propaganda financiada por el Estado. No como ahora, por ejemplo en el caso de Essalud, que la CGTP y la CTP imponen un dirigente nacido de la decisión de una camarilla, como es Carmela Sifuentes, a quien muchos trabajadores ni conocen y guarda silencio cómplice sobre todos los faenones que se perpetran y fue denunciada por el congresista Víctor Andrés García Belaunde de cobrar jugosas dietas por sólo unas horas mensuales de reuniones de directorio.