En Estados Unidos llueve para arriba

Por Humberto Campodónico


La desigualdad en la distribución del ingreso nacional se ha acentuado en los EE. UU. en los últimos 25 años. Así, en el 2007 —el último año de bonanza antes del inicio de la crisis— el 10% más rico de la población se llevó el 49.7% del ingreso total. Dice el economista Emmanuel Saez, de la Universidad de Berkeley: “Ese ha sido el porcentaje más alto desde 1917 y sobrepasa incluso al año 1928, que marcó el pico de la burbuja de la bolsa de valores de los turbulentos años 20” (1).

EEUU 1913-1917: ingreso del 10% más rico, por estratos


Dice Saez —quien se ha vuelto una de los chocheras de Obama— que, después de la caída generalizada del ingreso nacional después de la Gran Depresión de los años 30 (incluidos los ricos), se vivieron largos años con una distribución del ingreso más igualitaria. Así, el 10% más rico de la población “solo” concentró, en promedio, alrededor del 33% del ingreso nacional desde 1942 hasta 1982.

Es en esos años que comienza a “chorrear hacia arriba”, de una manera inédita. Saez desagrega los ingresos del 10% más rico y obtiene lo siguiente: primero, que aquellos que están entre el 5% y el 10% más rico se mantienen en ese lapso con una participación cercana al 12% (ver gráfico); segundo, del 1% al 5% más rico hay un aumento —llamémoslo moderado— en su participación en la distribución del ingreso, pasando del 12% en 1982 al 15% en el 2007.

Tercero, de 1982 al 2007, el 1% más rico aumenta su participación del 11% al 24% —más del 100%— del ingreso nacional. No solo eso. Dice Saez que la participación del 0.01% más rico de la población pasa del 1.5% al 6% en el mismo periodo (no aparece en el gráfico), superando el pico del 5% de 1928.

Obviamente esto requiere una explicación. Dice Saez: “La evidencia sugiere que los ingresos más altos no provienen de ‘rentistas’, a partir de fortunas construidas en el pasado, sino de ‘ricos trabajadores’, empleados con altísimos sueldos o nuevos empresarios que aún no han acumulado fortunas comparables a aquellas acumuladas en la Era Dorada” (ídem).

En estos años se dieron otros dos fenómenos importantes: de un lado, la proporción de las utilidades del sector financiero pasó del 30% al 50% del total de todo el sector corporativo, lo que indica que un importante porcentaje de los ricos proviene de las bolsas de valores, los bancos de inversión, los fondos de cobertura y las fusiones y adquisiciones, entre otros.

De otro lado, Bush redujo los impuestos a los ingresos, incluyendo a los más ricos, lo que favoreció el rápido aumento de sus ingresos en este nuevo milenio (ver gráfico). Así, el aumento de los ingresos del decil más rico se aceleró con la desregulación financiera y el recorte de impuestos de Bush.

Saez menciona los temas de fondo: “Además de los cambios tecnológicos también tenemos el retroceso constante de instituciones y políticas de la época del ‘New Deal’ y de la Segunda Guerra Mundial. Entre ellas, que las políticas tributarias son menos progresivas (a más ingreso, mayor impuesto), ya no hay sindicatos poderosos ni tampoco una cobertura de salud adecuada ni beneficios de jubilación. También van cambiando las normas sociales que tendían a aminorar la desigualdad en los sueldos y salarios”.

Dicho de otra manera, bastante más cruda: para que el capital pueda acumular hay que tirarse abajo el Estado de Bienestar.

Para terminar, Saez dice: “Necesitamos decidir como sociedad si este aumento en la desigualdad en la distribución del ingreso es eficiente y aceptable y, si no lo es, cuál es la mezcla (‘mix’) de reformas institucionales que se deben implementar para contrarrestarlo”. Suena conocido, ¿no es cierto?

(1)Striking it richer: The evolution of Top Incomes in the US, http://elsa.berkeley.edu/~saez/

www.cristaldemira.com