La Bolsa de Valores de Lima y los huachafos

En declaraciones a la televisión limeña, ayer lunes 6 de junio el economista Jorge González Izquierdo expresó que las fluctuaciones de la Bolsa de Valores de Lima (BVL) tienen efecto mínimo en el desenvolvimiento económico del país.


Poniendo las cosas en su lugar, explicó que por ser pequeña la economía del Perú y por intervenir en la BVL un ínfimo porcentaje de la población, las alzas o bajas que experimenta la bolsa limeña apenas tienen incidencia para bien o para mal en quienes participan en ella, adquiriendo o vendiendo acciones y valores.

Ni punto de comparación con lo que ocurre en las grandes economías del mundo. ¡Lo que pasa es que algunos despistados creían que la BVL tenía proporcionalmente para el Perú el peso que las bolsas de Nueva York, Londres o Tokio tienen en sus países y en el resto del mundo!

Las bolsas de valores de todo el subcontinente de América del Sur —quizá con la excepción de Brasil y Argentina— son demasiado pequeñas para que tengan consecuencias decisivas en la marcha económica de sus respectivos países. Pero, claro, la actividad de estas bolsas sí tiene consecuencias en las empresas que participan y en quienes intervienen en el movimiento bursátil.

Lo bueno de ser tercermundistas sudamericanos es que los grandes maremotos financieros ocurren lejos de nosotros, y nuestras materias primas siempre encuentran compradores una vez que pasan los efectos de cualquier crisis.

Es obvio que en nuestro caso lo que de verdad importa no es lo que ocurra en la BVL sino la demanda que en el extranjero tienen las materias primas que exportamos. Si China, EE. UU., India o Japón compran menos de lo que vendemos o dejan de comprar no será porque la BVL esté en alza o en baja.

Esto pone al descubierto las falsas premoniciones de periodistas aceitados que anunciaban que si no salía elegida la candidata de los corruptos habría terribles consecuencias para el Perú. Y hubo muchas personas que sin tener donde caerse muertas y sin ser financistas dramáticamente decían que si no ganaba las elecciones la candidata del corrupto preso, el país se vendría abajo y que no habría más remedio que irse al extranjero.

¿Ya empezaron a irse del Perú los corifeos de la banda de los corruptos?