Shougang: Levantando las cadenas de hierroshougang trabajadores cartel

La huelga por un tarro de leche

Por Jorge Manco Zacconetti (Investigador UNMSM)

Estamos en el siglo XXI pero la poderosa empresa estatal china Shougang que extrae el hierro en Marcona-Ica, trata a sus trabajadores como “coolies”, es decir como modernos esclavos, con derechos laborales y sociales conculcados. Lo curioso es que se trata de una empresa del llamado paraíso socialista, que ocupa un importante lugar en la economía china, donde se prohíben las prácticas sindicales y se controla el salario. En la China los salarios mineros bordean los 100 dólares al mes equivalentes en su moneda “yuan”, y por tanto abonar en el Perú el equivalente a 1,000 dólares mensuales, les parece un exceso.

 

Si se tiene presente que el Estado chino asume los gastos de educación, salud, seguridad, e incluso la vivienda se puede entender la capacidad de ahorro que puede tener el trabajador minero de la China. En cambio, en las operaciones de hierro en Marcona, buena parte de los trabajadores tienen que resolver directamente sus necesidades de vivienda, siendo testigos de la destrucción o del tapiado de cientos de viviendas que la empresa ordenó desde 1992 a la fecha.

La defensa del punto de vista del trabajo lamentablemente no debiera limitarse al problema de los salarios y su determinación, soslayando la importancia que tienen las condiciones laborales, la seguridad y el medio ambiente. En tal sentido, una de las cuestiones que más debiera extrañar en la demanda de los trabajadores a su empresa en el pliego de reclamos 2011, sea la exigencia de dotar al conjunto de trabajadores de un tarro de leche por la jornada de trabajo.

Resulta increíble que este derecho solamente esté restringido a una minoría de trabajadores y sea uno de los pedidos de los trabajadores obreros de la empresa Shougang Hierro Perú, la única empresa productora de hierro en el país, que tiene relaciones de privilegio con su matriz, y extraordinarias utilidades que remesa a la China, negando a sus trabajadores la posibilidad de una relación moderna en las relaciones entre el capital y el trabajo.

Por estas razones desde el 1 de setiembre del presente los trabajadores del hierro se encuentran en huelga general indefinida exigiendo la solución a su pliego de reclamos que consiste en un incremento remunerativo al básico de S/ 8.50 nuevos soles diarios, la nivelación salarial del conjunto de los trabajadores, pues aunque parezca increíble existen trabajadores categoría A (435) y trabajadores B (689). Es decir, trabajadores que realizan el mismo trabajo, la misma actividad, en las operaciones de Marcona, pero que tienen ingresos altamente diferenciados. Evidentemente ello violenta el principio fundamental del derecho laboral internacional de “a igual trabajo igual remuneración”.

En otras palabras existen trabajadores con más derechos que otros que constituyen la mayoría, de allí la rabia y el resentimiento de más de 1,124 trabajadores obreros que acatan disciplinadamente la huelga general indefinida, paralizando las operaciones y los embarques de hierro.

La empresa Shougang Hierro Perú S.A.A. que ya no tiene los privilegios políticos del regimen fujimontesinista, ha publicado un aviso dirigido a la opinión pública el 4/09/11, donde presenta a sus trabajadores como prácticamente los mejores pagados no solamente de la actividad minera sino del conjunto del país. Esto constituye una mentira más grande que la propia “Muralla China”, fácilmente rebatible.
En promedio el ingreso del trabajador según la empresa estaría sobre los S/ 3,811 nuevos soles mensuales, cifra por encima de los S/ 2,421 del promedio del ingreso minero y muy superior a los S/ 1,096 del ingreso promedio del departamento de Ica.

Solamente una mente afiebrada e incondicional de los intereses chinos puede comparar el ingreso de un trabajador minero de hierro, que asume riesgos, que muere cada día gracias a la contaminación y el polvillo que respira, con el ingreso de una región inminentemente agrícola como el departamento de Ica. El dicho popular de estar comparando “papas con camotes”, es más cierto que nunca.

¿Qué sentido puede tener el comparar el ingreso de un jornalero agrícola de exportación, con el ingreso de un trabajador del hierro? Ninguno. Los salarios y las partidas que dependen de los salarios básicos, que conforman los ingresos y las remuneraciones debieran estimarse entre los iguales, es decir entre los más homogéneos.

Por ello, no tiene ningún fundamento comparar el supuesto ingreso del trabajador de Shougang (S/ 3,811) que resulta una cocina estadística de un promedio de los ingresos de los obreros, empleados, funcionarios frente a los ingresos promedio de la actividad minera en el país (S/ 2,421 mensuales)

En principio, las nociones básicas de la estadística nos enseñan sobre lo engañoso que pueden ser los promedios. De allí, la necesidad de comparar lo que puede ser medible. Por tanto, lo correcto debiera haber sido comparar los ingresos que perciben los trabajadores de la gran minería en relación a los ingresos de Shougang. Sí, ello sería lo positivo pues Shougang por los niveles de producción, ingresos y utilidades pertenece a la “gran minería” gracias a sus trabajadores.

Solamente la comparación entre los ingresos promedio de los trabajadores de la gran minería que están por encima de los S/ 5,500 mensuales, podrían estimar el rezago salarial que tienen los trabajadores, especialmente obreros de Shougang Hierro Perú.

Si a ello se agrega las medias verdades que se esgrimen en el comunicado público donde sibilinamente se trata de sorprender a la opinión pública atribuyendo al conjunto de los trabajadores el beneficio de 16 bonos que dependen del básico, cuando esto constituye un derecho ganado por los trabajadores denominados A, que no son extensivos a la mayoría de los obreros B, podemos entender las razones económicas, sociales y morales que justifican la defensa de los derechos de los trabajadores mediante la huelga general, el único instrumento que otorga la democracia cuando se cierran las puertas de la negociación directa.

Por tanto, esta primera huelga minera del nuevo gobierno del Presidente Ollanta Humala, exige y supone un nuevo trato entre el capital y el trabajo, donde los incrementos salariales estén fundamentados en las ganancias extraordinarias que tiene la actividad minera en el país, sumada a los múltiples beneficios tributarios, las relaciones privilegiadas que tiene Shougang Hierro Perú con su matriz y la internalización de costos que incrementan artificialmente los costos de venta , políticas todas que esquilman no solamente a sus trabajadores sino también a la economía regional y nacional.