Industria generó 50,000 empleos al año en la última década

En la última década el sector industrial generó cerca de 50,000 nuevos empleos directos cada año, lo cual implica que de cada siete puestos de trabajo creados en la economía peruana, uno ha sido generado por la actividad manufacturera nacional.

 

Así lo señaló el Instituto de Estudios Económicos y Sociales (IEES) de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI) en un reciente reporte macroeconómico.

Detalló que a nivel regional, la tasa de crecimiento anual del empleo en el sector industrial ha tenido en la última década un comportamiento diferenciado. En Madre de Dios (8,2%), San Martin (6,8%), Ica (5,8%), Arequipa (5,6%), Ucayali (5,5%), Piura (5,3%), La Libertad (4,5%), Pasco (4,5%), Lambayeque (4,2%), Moquegua (4,2%) y Tacna (4,0%), se han experimentado las mayores tasas de crecimiento.

En orden decreciente, le siguen Huánuco (3,7%), Tumbes (3,5%), Lima y Callao (3,4%), Huancavelica (3,1%), Ayacucho (2,7%), Puno (2,6%), Ancash (2,5%), Amazonas (1,7%), Cusco (1,7%) y Cajamarca (0,9%).

Contrariamente, los únicos dos departamentos que registran tasas negativas son: Loreto (-1,5%) y Apurímac (-3,7%).

El documento precisa, además, que la mayoría de puestos industriales en el Perú se registran en Lima y Callao (46,6%). En segundo lugar se ubica La Libertad, que absorbe al 6,7% del total de trabajadores manufactureros existentes en el país, mientras que Piura, Arequipa y Junín participan con el 5.2%, 4.8% y 4.4%, respectivamente.

Población ocupada asalariada

De otro lado, el reporte también indica que la población ocupada asalariada (es decir aquella que percibe una remuneración monetaria y/o en especie por su trabajo) representó durante el 2010 el 43% del total de la fuerza laboral ocupada (6 millones 491 mil puestos de trabajo).

Es decir el 57% restante corresponde a trabajadores independientes, familiares o cualquiera que participase de una actividad económica, pero no recibió un salario por ello.

En el periodo de análisis referido, la población asalariada aumentó a una tasa promedio anual de 3,8%. El mayor porcentaje de asalariados a nivel nacional se ubica en la Industria Manufacturera (14,5%), continúa en orden decreciente Servicios de Enseñanza (11,5%), Comercio (11,4%), Agricultura (10,7%), Construcción (9,7%), entre los principales.

“Una forma de ver la situación laboral de los trabajadores, es el tipo de contrato que mantiene con su centro de trabajo. A nivel nacional el 47,8% de la masa laboral asalariada realiza sus actividades laborales sin contar con un contrato de trabajo, el 27,8% tiene un contrato a plazo fijo y solamente el 15,6% cuenta con un contrato de carácter indefinido” señala el documento.

El texto agrega que el 27,3% de los trabajadores asalariados de la Industria Manufacturera realizan sus labores con contratos a plazo fijo, el 12,8% con contratos a plazo indefinido y el 3,0% con contratación por locación de servicios. En cambio el 56,9% de trabajadores industriales no registra contratación alguna.

Sin jubilación

En cuanto al aspecto de las pensiones, el informe del IEES reveló que del total de la población ocupada, solo el 29,6% (4 millones 463 mil personas) se encuentra inscrita en algún sistema de pensiones, ya sea público o privado. A nivel sectorial, los trabajadores inscritos en un sistema pensionario son: Agricultura (8,3%), Comercio (22,3%), Pesca (28,6%), Manufactura (35,2%), Construcción (39,8%) y Minería (57,6%)

En relación a la calidad del empleo, las estadísticas reportan que aproximadamente el 57% de trabajadores peruanos tienen un empleo inadecuado o es subempleado; es decir, la economía nacional subutiliza la capacidad productiva de la población ocupada.

Hay que recordar que la proporción de trabajadores subempleados en el 2001 era de 74,9%.

La relativa mejora en la calidad del empleo, se refleja en el aumento de la proporción de trabajadores adecuadamente empleados que se incrementa de 25,1% en el 2001, al 43,1% en el año 2010.

Es necesario precisar que en el Perú se considera “empleado adecuado” a todos aquellos trabajadores que laboran 35 o más horas a la semana y reciben ingresos por encima del ingreso mínimo referencial, y también por aquellos que trabajan menos de 35 horas semanales y no desean trabajar más horas por propia decisión.