Seis décadas para crear una potencia económica mundial

Sesenta años después de que Mao Zedong fundara el régimen comunista en un país devastado por la guerra, China está a un paso de situarse como segunda potencia económica mundial, gracias a la industrialización y la apertura más veloz y radical en la historia de la Humanidad.
Con un crecimiento anual medio del 9,8 por ciento en los últimos 30 años, China contribuye ahora al 6 por ciento del PIB mundial y, gracias a la entrada en la Organización Mundial de Comercio (OMC) en 2001, su comercio exterior se ha multiplicado por 105 hasta alcanzar los 2,17 billones de dólares (1,74 billones de euros).

No obstante, también surgen dudas: el modelo de crecimiento masivo ha aumentado las desigualdades sociales -el coeficiente de Gini se sitúa en el 0,46, por encima del límite 0,4 que establece alarma social- y el gigante asiático se ha convertido en la mayor amenaza medioambiental del mundo, tras superar a Estados Unidos como primer emisor mundial de CO2.

Aunque la reforma ha conseguido sacar a entre 300 y 400 millones de personas de la pobreza, el ingreso medio por habitante es de 5.963 dólares, el puesto 100 en la lista del Fondo Monetario Internacional (FMI).

"Todavía somos una economía emergente", defiende Zhang Xiaojing, analista de la Academia China de Ciencias Sociales.

China ya es actualmente la tercera mayor economía del mundo por valor nominal de su PIB -77 veces mayor que el de 1952- y los pronósticos coinciden que superará a Japón en uno o dos años. EEUU aparece en el horizonte de 2030... ¿emergente hasta cuándo y cuánto? (Con información de La República)