La madre de todas las especulaciones y la nueva burbuja

Por Humberto Campodónico

L a constante y pronunciada devaluación del dólar en lo que va del año está ligada a la bajísima tasa de interés en EEUU, su enorme déficit fiscal y la percepción generalizada de que el gobierno quiere un dólar bajo para salir de la recesión con exportaciones baratas.

Alternativas de inversión frente al dólar (mayo-octubre 2009)


Uno de los efectos es que los agentes económicos van a preferir endeudarse en dólares y usar ese dinero para comprar un activo de otra moneda con un rendimiento mayor, digamos el euro. Más adelante se vende el activo comprado ―con una ganancia― y se paga la deuda en dólares.

Es lo que se llama “carry trade” (literalmente, “llevar el comercio” de un activo a otro). Tuvo su época de oro con el yen japonés, que por años tuvo cero de tasa de interés real. El riesgo es que si se revalúa la moneda en la cual el especulador se endeudó, tendrá una pérdida.

Debido a la situación descrita, dice Nouriel Roubini:  “Resumámoslo así: los inversionistas se están prestando dinero a una tasa negativa de 20% (además de la baja tasa de interés, el dólar se está devaluando) para invertir, con un alto nivel de palanqueo, en una masa de activos globales riesgosos que están aumentando de precio debido al exceso de liquidez y al masivo “carry trade” (“La madre de todos los “carry trades” se enfrenta a una quiebra inevitable”, www.rgemonitor.com, 1/11/2009).

¿Dónde van los especuladores? Pues a todo lo que se mueva porque, casi, casi, cualquier activo es mejor que el dólar: los mercados de materias primas (minerales, alimentos y petróleo), los de moneda extranjera (por ejemplo, euros) y también los mercados de valores de los países emergentes (lo que incluye a la BVL). Todos ellos han tenido importantes alzas en los últimos meses (ver cuadro).

La cuestión es que se está creando una nueva “burbuja” especulativa porque dichas alzas no guardan relación con el estado anémico de los sectores productivos de la economía global, sobre todo de EEUU y de Europa, ya que buena parte de la “recuperación” es producto del apoyo estatal de los “Planes Estímulo”, que ya están terminando. ¿Qué pasará entonces?

En los países emergentes, dice Roubini (el gurú que predijo la crisis del año pasado) la entrada masiva de dólares ha provocado la revaluación de las monedas y que algunos, como Brasil y Colombia, se han visto obligados a poner controles a la entrada de los flujos de capitales.

Pero “un día esta burbuja se pinchará, llevando a una quiebra nunca antes vista de todos estos activos. Si se revierten los factores y, de pronto, el dólar se comienza a apreciar ―como ya ha sucedido antes con el yen― entonces todo el “carry trade” palanqueado terminará, porque los inversionistas van a tener que cubrir su deuda en dólares. En ese momento habrá una estampida porque la salida de los especuladores de los mercados riesgosos gatillará el colapso coordinado de todos ellos: bolsas de valores, commodities, activos de mercados emergentes e instrumentos de crédito” (Roubini, ídem).

Dice Roubini que puede pasar un tiempo antes del pinchazo porque el dinero fácil y la excesiva liquidez pueden todavía mantener altos los precios de los activos: “el Fed y otros políticos parecen no darse cuenta de la burbuja monstruo que están creando. Mientras más tiempo permanezcan ciegos, peor será la caída de los mercados”. Dios nos coja confesados.

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