En defensa del decrecimiento
En defensa del decrecimiento
Por Carlos Taibo*
La visión dominante en las sociedades opulentas sugiere que el crecimiento económico es la panacea que resuelve todos los males.
Sin embargo, el crecimiento económico no genera cohesión social, provoca agresiones medioambientales, propicia el agotamiento de recursos escasos y permite el triunfo de un modo de vida esclavo que invita a pensar que seremos más felices cuantas más horas trabajemos, más dinero ganemos y más bienes consumamos.