Bombardeos al Callao por el crucero chileno Angamos

Por: Ernesto Linares; http://elinaresm.blogspot.com/


El Angamos era un transporte que fue comprado en plena guerra, arribando a Valparaíso en octubre de 1879. Estuvo artillado con un solo cañón, un Armstrong del calibre de 8 pulgadas (203 mm), pero era un nuevo tipo de cañón, de retrocarga y de largo alcance, tanto así que podía bombardear el Callao sin que sea alcanzado por los cañones que defendían el puerto peruano, como lo fue los días 30 y 31 de agosto y 1° y 3 de septiembre de 1880. Este tipo de cañón no era usado por la Royal Navy y su uso en la Armada de Chile servía como prácticamente como prueba en acción.

Cañón Blakely de 11 pulgadas ó 500 libras que se encuentra frente al Museo Naval flotante
Submarino B.A.P. Abtao


El cañón del Angamos tenía un peso de 12.5 toneladas y 22 estrías. También se le llamaba del calibre de a 180 por el peso de sus proyectiles. La granada común para ese cañón pesaba 180 libras, con 12 libras de carga explosiva, mientras la granada enfriada (Palliser) pesaba igual, pero con 3 libras de carga explosiva, aunque esta última podía usarse también como bala, sin carga explosiva. El alcance máximo del cañón era de 7,700 yardas (7,041 m) con carga máxima de 90 libras y 7,000 yardas con carga ordinaria de 65 libras (1). En comparación, los cañones que artillaban el Callao, tenían los siguientes alcances:

Blakely de 11 pulgadas, granada común de 500 libras, alcance máximo de 3,400 m.
Armstrong de 10 pulgadas, granada común de 300 libras, alcance máximo de 4,000 m.
Vavasseur de 9 pulgadas (llamado de 250 libras), bala sólida cilíndrica de 232 libras, alcance máximo de 4,000 m. (2)

Para determinar como estaba artillado el Callao en esa época, nos remitimos al siguiente documento:

“Prefectura y Comandancia General de Armas
Callao, á 3 de Julio de 1880
Relación de las Baterías de esta Plaza

Baterías del Norte – “Ayacucho” con un cañón Blakely de á 500 y uno Rodman del mismo calibre – Torre de “Junín” con dos cañones Armstrong de á 300 – Batería “Pacocha” con dos cañones Rodman de á 500 – Batería “Rímac” con dos id. en construcción.
Baterías del Sur – “Santa Rosa” con dos cañones Blakely de á 500 – Batería “21 de Diciembre” (provisional) ocho cañones de a 32 – ánima lisa – Torre de “La Merced” dos cañones Armstrong de á 300 – Batería “Tarapacá” un Vavasseur de á 250 y un Rodman de á 500 – Batería auxiliar de La Punta, dos cañones Rodman de á 500, en construcción – Batería “2 de Mayo” dos cañones de á mil.
Baterías del Centro – Torreón “Independencia” dos cañones Blakely de á 500 – Torreón “Manco Cápac” dos cañones Vavasseur de á 250.
Batería de Chacra Alta – Tres cañones Rodman de á 125 libras.
Baterías del Dársena – Se ignora.
Saavedra (firma)” (3)


De acuerdo al historiador Francisco Yábar, para fines de agosto estaba en las baterías del Sur la Batería “Piérola”, con 2 Rodman de a 500 libras, que debe ser la batería auxiliar de La Punta que estaba en construcción, además que a la batería de Chacra Alta se le cambió de nombre por “Bolognesi” (4).

El 27 de julio había sido nombrado jefe de la Batería “Bolognesi” el coronel Mariano Bolognesi (5), hermano del héroe de Arica, quien también era jefe de la Batería “21 de Diciembre”. El jefe de la batería “Pacocha” era el teniente coronel Elías Latorre (6), cuyo hermano era el capitán de navío chileno Juan José Latorre, comandante del blindado Cochrane. También nos da información de las Baterías del Muelle Dársena, que estaban a cargo de los buques de guerra:

Batería “17 de Marzo” (a cargo de la Unión), 1 Vavasseur de 9 pulgadas
Batería “Elías Aguirre” (a cargo del Oroya y del Limeña), 1 Rodman de 125 libras
Batería ¿? (¿a cargo del Rímac y Chalaco?), ¿?
Batería ¿? (a cargo del Talismán), 1 Armstrong de 40 libras.

El capitán de navío Luis Germán Astete era Prefecto y Comandante General de Armas del Callao, el capitán de navío Federico Alzamora era el Jefe del Estado Mayor de las Baterías y el capitán de fragata Patricio Iriarte era el comandante de las Fuerzas Sutiles, una flotilla conformada por lanchas en la defensa del puerto. La escuadra chilena estaba al mando del contralmirante Galvarino Riveros y su buque insignia era el blindado Blanco Encalada.

La batería “Independencia” (izq) y la torre “La Merced” (der). Fuente: Mariano Felipe Paz Soldán, "Narración Histórica de la Guerra de
Chile contra Perú y Bolivia", T. I, editorial Milla Batres.


Versión chilena

El comandante del crucero chileno Angamos escribió el siguiente parte oficial de los bombardeos al Callao:

“Rada del Callao, Setiembre 5 de 1880

En conformidad de las instrucciones verbales recibidas de V. S., procedí a bombardear la dársena de este puerto, rompiendo los fuegos sobre ella el 30 del próximo pasado a las 10.30. En este día hicimos seis disparos, cuyo detalle verá V. S. en los estados adjuntos. A las 11.35 cesamos el fuego por órdenes de V. S., por haberse cerrado de neblina de puerto.

El 31 del mismo comenzamos nuevamente el bombardeo a las 12.45, i continuamos sin interrupción hasta las 3.33, habiendo hecho 25 disparos con excelentes punterías.

El día 1° de Setiembre recomenzamos, una vez puestos en posición, desde las 10.40 hasta las 12.40, habiendo hecho 19 disparos. De éstos uno hecho a pique al pontón Callao número 1, donde había depósito de torpedos, i otro reventó a bordo de la Unión, produciendo un gran escape de vapor. Se reconoció el oído i hubo de cambiar las dos piezas que constituyen el grano, pues ya estaban completamente inutilizadas. En la tarde de ese mismo día se dispararon 13 tiros mas, que no fueron tan buenos, pues comenzamos a usar las granadas fabricadas en el país. A las 5.8 suspendimos el fuego, habiendo hecho los cuatro últimos disparos contra una lancha que avanzó de la costa, disminuyendo la distancia, con dos piezas pequeñas que alcanzaron los 5,000 metros, pero a la cual era inútil continuar disparando por ser materialmente imposible acertar por su tamaño.

El dia 2 de Setiembre lo ocupamos en cargar granadas i cartuchos de carga máxima; se tomó impresiones del ánima, descubriéndose que el grano del cobre con 13 tiros había sido inutilizado. También mostró la impresión algunas escoriaciones en la pared superior de la recámara de 0.02 de pulgada de profundidad, que a juicio del enviado de la casa Armstrong, señor Slater, era preciso vigilar con frecuencia, pero que no eran de consideración alguna.

El dia 3 de Setiembre rompimos nuevamente el fuego sobre la dársena, haciéndole 5 disparos; a las 11.35 salieron del dársena cuatro lanchas a vapor, armadas con uno i dos cañones pequeños de alcance que abrieron sus fuegos sobre nosotros.

Procuré mantenerlas a distancia, i les hicimos 15 disparos. Por órden de V. S. la corbeta O’Higgins se puso en movimiento para rechazar las lanchas enemigas i protejer nuestro bombardeo, que continuamos haciendo seis disparos mas sobre el dársena.

En los cuatro días se han disparado 50 granadas comunes inglesas, 28 id. chilenas, 12 granadas Palliser, habiendo consumido 4,220 quilógramos de pólvora.
Todas las punterías fueron hechas con precisión admirable por el capitán de corbeta graduado don Cárlos E. Moraga, i hai bastante fundamento para creer que los daños causados al enemigo han sido serios. Con tal motivo creo de mi deber recomendar calorosamente a este jefe que espontáneamente se ha prestado a una parte tan importante en un bombardeo como es la de cabo de cañón.
En nota aparte tengo el honor de espresar a V. S. la notable diferencia en la exactitud i alcance del tiro que hace desmerecer a las granadas fabricadas en el país que rara vez conservan su salero en trayectoria. Reconocida nuevamente el ánima, la impresión tomada manifestó que no había habido aumento alguno en las escoriaciones descubiertas el dia anterior, pero ambas piezas del grano habían sido inutilizadas, lo que a juicio del señor Slater proviene que tanto la de cobre como la de acero necesitan hacerse un poco agrias por medio del temple. Dicho señor Slater nos ha acompañado durante todo el bombardeo i han sido mui útiles sus servicios.

Es cuanto puedo esponer a V. S. sobre el particular.

Luis A. Lynch” (7).


Lo más revelador del informe de Luis Angel Lynch no son los bombardeos sino el hecho de que el cañón del Angamos sufre los primeros problemas: escoriaciones en la recámara y las inutilizaciones del grano, probablemente porque no aguantaba la carga. También es importante que haya a bordo del buque chileno un observador de Armstrong para evaluar el cañón, así como el uso de granadas de manufactura chilena.

Ahora vamos a reproducir las narraciones peruanas referente a los bombardeos.

Bombardeo del martes 30 de agosto

Según el comandante del transporte Talismán, este bombardeo fue de 6 tiros realizados 10 a 11 de la mañana, de los que 2 quedaron cortos, 3 cayeron entre los pontones sin causar daños y el último en la población. El Talismán respondió a las 10:30 con 3 tiros de su Armstrong de 40 libras con bombas descargadas, porque no tenían balas sólidas, pero 2 reventaron en la boca (8).
También la torre “La Merced” hizo un disparo sobre el Angamos (9) y ese mismo día, el jefe de la batería “Piérola”, capitán de navío Juan Jibaja, informaba que hasta el momento no se habían recibido los artículos necesarios para el servicio de la batería (10). El corresponsal del diario “El Nacional” escribió que las baterías “Elías Aguirre”, “17 de Marzo” y “La Punta” también abrieron fuego, pero sin alcanzar al enemigo (11).

El parte oficial del capitán de navío Federico Alzamora dice lo siguiente:

“A las 10 h. a.m. se colocó por el Oeste, al frente de las Baterías, el vapor “Angamos” á más de siete mil metros de distancia, desde donde hizo seis disparos de cañón, al muelle dársena, dirijiéndolos particularmente sobre los buques atracados detrás de él, de los cuales, cuatro llegaron a inmediaciones del Dársena y dos, de 30 á 40 metros, cerca de la “Unión”. Inmediatamente contestaron las Baterías del Dársena y las del Norte y Sur, así como los buques hasta el número de catorce, cuyos proyectiles apenas se aproximaron á 500 metros del buque enemigo.

Cesaron los fuegos en momentos en que una densa niebla cerró el horizonte, ocultando todo el frente de la bahía, sin que por esto pudieran apercibirse la posición del “Angamos” ni de los demás buques…” (12).

Bombardeo del martes 31 de agosto

Según el Diario de Bitácora de la corbeta Unión, el Angamos a una distancia de 6 mil metros, rompió los fuegos después de la 1 p.m. hasta las 3:40 p.m., después de haber disparado 25 proyectiles, casi todos los tiros fueron sobre la Unión, pero a esta sólo le cayó fragmentos de un proyectil que estalló contra el muro frente a la popa del Rímac (13).

El informe del Capitán de Puerto del Callao dice que el Angamos inició el bombardeo a una distancia de 8 mil metros de tierra; que de los tiros acertados, uno cayó en la popa del Apurímac, otro en el pontón Tumbes que lo hundió, 5 tiros cayeron en la población y 5 en el Castillo del Sol, y que se le respondió con 9 tiros de las baterías de la Dársena y 3 de la Batería “Ayacucho” (14).


La batería “Piérola” también realizó dos disparos y el ayudante, teniente provisional Ignacio Bernabeú escribió que:

“La distancia á que se encontraba el buque enemigo como la recorrida por nuestros proyectiles no ha podido apreciarse por carecer de útiles para ello y los saquetes nos fueron proporcionados por la Batería “Tarapacá” (15).

Los siguientes telegramas informaban a Lima sobre el combate:

“Callao, 31 de Agosto
N° 1
(1 h. p. m.)
Señor Prefecto:
El “Angamos” ha hecho un tiro al Dársena.
Tello.
N° 2
Señor Prefecto de Lima:
Los tres tiros del “Angamos” no ofenden a la población ni a los buques.
Tello.
N° 3
Callao ……
Señor Prefecto de Lima:
Los cuatro tiros del “Angamos” han alcanzado el primero al Dársena y los otros muy distantes de la bahía sin daño de ninguna clase. Nuestras baterías no hacen fuego por estar muy distante al buque enemigo.
Tello.
N° 4
Señor Prefecto de Lima:
(Recibido á las 2 h. p. m.)
De los trece tiros que ha hecho el “Angamos” tres han caído en la población.
Del Dársena se han contestado con tres tiros sin tener resultado favorable por la distancia.
Tello.
N° 5
(3 h. p. m.)
Señor Prefecto:
La loca ambición del jefe que comanda el “Angamos” hasta este momento no ocasiona daño de importancia
N° 6
(3 h. 27.)


Señor Prefecto:

Los cuatro últimos tiros han caído al agua sin causar daño” (16).

El capitán de navío Federico Alzamora escribió lo siguiente en su parte oficial:

“… el vapor “Angamos” se desprendió de su fondeadero navegando hacia el frente de las Baterías de esta Plaza y aguantándose sobre su máquina, á distancia de más de siete mil doscientos metros, rompieron sus fuegos sobre el Dársena, habiendo disparado 25 cañonazos, con intervalos de 10 minutos al principio y de cinco una hora después, a las 2 y 40 m p.m. en que emprendió sus fuegos. A la media hora continuó haciendo nuevos tiros en la misma dirección hasta las 3 y 40 m p.m. más o menos, en que se retiró para unirse a su escuadra. Las baterías del Muelle Dársena contestaron con ocho disparos y el fuerte de “Ayacucho” con tres, habiendo sido los tiros de ambos cortos para la distancia que hacia fuego el “Angamos”. Los proyectiles de este han caído cerca del Muelle Dársena y de las lanchas que están a vanguardia, y algunos han pasado a la población sin causar daño de consideración…” (17)

Algo importante de señalar que ocurrió fue que el capitán de navío Luis Germán Astete, en su poder como Prefecto, ordenó el retiro de un suelto del diario “El Porvenir” del Callao, porque tenía información precisa de los daños y punterías ocasionados por el Angamos, evitando de esta manera que el enemigo tome conocimiento de estos y pueda corregir y reglar sus tiros (16).

Bombardeo y combate del miércoles 1° de septiembre
El bombardeo que realizó el Angamos el 1° de septiembre fue respondido por las Fuerzas Sutiles, pues la lancha Urcos, artillada con el cañón Whitworth de 9 libras que pertenecía a la Unión, salió a enfrentársele para obligarla a retirarse mar adentro y que sus tiros no ocasionen más daños.
Los telegramas que informaron a Lima sobre el combate son los siguientes:

“Callao, 1° de Setiembre
N° 1
(10 h. 50 m. a. m.)
Señor Prefecto de Lima:
El buque enemigo “Angamos” hace fuego al Dársena.- Tello.
N° 2
(11 h. 12 m. a. m.)
Señor Prefecto de Lima:
Los cuatro tiros del “Angamos” han caído al agua. Nuestras baterías del Dársena contestan a pesar de la distancia del enemigo.- Tello.
N° 3
(11 h. 32 m. a. m.)
Señor Prefecto de Lima:
Hasta ahora ha hecho 8 tiros el “Angamos”. Los demás buques enemigos permanecen en el cabezo de la Isla.- Tello.
N° 4
(11 h. 46 m. a. m.)

Señor Prefecto:
La batería de á mil ha hecho dos disparos á los buques que están en el cabezo. Poco alcance. “Atahualpa” va a salir a hacer frente al enemigo.- Tello.
N° 5
(12 h. 56 m. p. m.)
Señor Prefecto:
El “Angamos” después de un pequeño intervalo continúa haciendo fuego.- Tello.
N° 6
(2 h. p. m.)
Señor Prefecto:
“Angamos” reuniéndose con demás buques en cabezo de la Isla, dejando de vigilancia á la “Princesa Luisa”.
El número de disparos del “Angamos” ha sido 19 sin que haya ocurrido desgracias.- Tello” (18).
Es interesante la descripción del combate que escribió el corresponsal del diario “La Patria”:
“Setiembre 2
SS. EE.

Ayer á poco más de las cuatro de la tarde, el “Angamos” renovó sus fuegos.
De doce tiros que hizo este trasporte solo uno cayó cerca al muro oeste del muelle, sin ocasionar daño alguno; los demás quedaron cortos, á causa de la enorme distancia que lo separaba.
Las baterías contestaron con cinco disparos los fuegos del enemigo.
Para dar á conocer nuestros marinos el ningún temor que les infunde el famoso y decantado cañón del “Angamos”, y a fin de estrechar la distancia, la lancha “Urcos” al mando del teniente segundo Santiago Torrico, avanzó hacia el buque enemigo, 3,000 metros aproximadamente.
Cuando los artilleros que llevaban a la “Urcos” para el servicio de su único cañon, del calibre de á 12, colocado en la proa, notaron que las balas bien podían ofender al “Angamos”, dispararon algunos tiros estrechando siempre la distancia, lo cual fue suficiente para ponerlo en la más vergonzosa fuga.
Media hora después, las lanchas “Lima”, “Arno” y “Capitanía” comandadas por los tenientes de marina señores Ureta, Carrión y Canseco respectivamente, al ver que la “Urcos” se había apartado tanto de tierra, tomaron el mismo rumbo en protección de ésta.
La multitud de gente que ocupaba el muelle y lugares altos, provista de sus respectivos anteojos, aplaudían desde allí el arrojo de los tripulantes de la “Urcos” pero nadie creyó que la presencia de una débil lancha fuese lo suficiente para poner en fuga al buque que desde hace 3 días se ha propuesto, aunque inútilmente, hostilizarnos.
Lo acontecido ayer no tiene ejemplo, y nos sería difícil creerlo si no lo hubiésemos presenciado.


De orden de la Prefectura y Comandancia General de Armas ha sido clausurado la imprenta de “El Provenir” y reducidos a prisión los señores Enrique Lassus y Francisco Santurio, redactor principal el primero y editor el segundo.

Parece que lo acontecido ayer entre el trasporte “Angamos” y la lancha “Urcos” ha hecho que nuestros enemigos desistan de su inútil empeño en dañarnos.
Todos los buques bloqueadores permanecen inmóviles y sin la menor demostración hostil.
Quizá no desean exponerse por segunda vez á una fuga que los degrada.

Por tren de dos y media p. m. llegó á este puerto S.E. el Jefe Supremo acompañado de varios de sus edecanes y jefes del ejército.
Inmediatamente se dirijió á la Comandancia General de Marina, donde permanece aún” (19).


Como leemos, también el día del combate arrestaron al redactor y editor del diario chalaco “El Porvenir”, sin duda alguno relacionada con el retiro del suelto del mismo diario del día anterior en donde estaba descrito los puntos donde cayeron los proyectiles del Angamos, además que el Jefe Supremo Nicolás de Piérola llegó ese día al Callao. No sabemos más sobre este caso, pero demuestra la censura a la prensa en hechos bélicos durante la guerra.

El parte oficial de Federico Alzamora dice lo siguiente:

“Callao, Setiembre 2 de 1880
Sr. Capitán de Navío, Prefecto
y C. G. de Armas de esta Plaza
S.C.G.
Los partes de las baterías del Norte, Centro y Sur de esta Plaza comunican los hechos que á continuación se expresan:
A las 7 h. a. m. se avistó un vapor á la altura del “Frontón”; y a las 8 h. 45 m. una lancha inglesa se desprendió de los buques neutrales y se dirijió hacia la Escuadra enemiga y al fondear cerca de sus buques hizo un disparo.
De 10 á 11 del día el buque enemigo “Angamos” se pone en movimiento y colocándose al centro de la Bahía y frente a las baterías del Centro de esta Plaza rompió sus fuegos dirijiendolos hacia el Muelle Dársena, cuyos proyectiles llegaron cerca de este lugar, pasando algunos de ellos á la población y dos de los cuales, uno causó el hundimiento del Pontón N° 1 y el otro sobre cayó sobre la cubierta de la Corbeta Nacional “Unión”, no habiendo producido daños de consideración: eran poco más o menos las 12 h y 45’; hora en que el buque enemigo se retiró á unirse con sus escuadra. El intervalo de sus tiros era de 4 á 5 m.
Las baterías de la Dársena y las del Norte y Sur contestaron los fuegos, habiendo dirijido también las últimas sobre un pequeño transporte que se encontraba al pié de la Isla San Lorenzo, frente al lugar denominado “Punta Galesa”.
A las 4 h. y minutos de la tarde, el “Angamos” volvió a ocupar su anterior posición y á las 4 h. 20’ repitió sus fuegos con la dirección anterior; mediando el mismo intervalo en sus disparos.

A las 4 h. y ¾ la lancha peruana “Urcos” salió de su fondeadero de los buques Nacionales, avanzando en demanda del “Angamos” con un arrojo digno de su recomendación; casi al mismo tiempo le siguieron también las lanchas “Lima” y “Arno”, habiendo disparado la “Urcos” sobre el buque enemigo 14 tiros y uno la lancha “Lima” á la distancia de cerca de 3,000 metros á cuya actitud huyó el “Angamos” vergonzosamente con dirección á su escuadra; por lo que las lanchas tuvieron que regresar a su fondeadero. Todas las baterías estuvieron expeditas para hacer fuego siempre que el buque enemigo entrara á la distancia conveniente. El número total de proyectiles arrojados por ambas partes es próximamente el de 70.
Al anochecer los buques enemigos se hicieron mar adentro á variar de fondeadero en diferentes direcciones, haciendo uso de su luz eléctrica para reconocer el Puerto.
Por lo demás, están paralizados los trabajos de terraplén de la batería “Tarapacá” por falta de tierra y los 30 hombres que mandó el Batallón “8 de Octubre” con este objeto, se ocuparon en allanar el camino que conduce a esta Batería. En la Batería “2 de Mayo”, 48 hombres del Batallón Concepción se ocuparon en los trabajos de su fortificación.
El Jefe de día y las rondas del E.M. han visitado todas las baterías.
Todo lo que me es honroso comunicar á US. para los fines que haya lugar.
Dios guarde á US.
S.C.G.
Federico Alzamora” (20).

En ese bombardeo, la corbeta Unión fue alcanzada por 2 proyectiles, uno en el trancanil de babor hacia popa “… y otro perforando la caja de hierro de la chimenea haciendo explosión en la cubierta, rompiendo siete rumbos y parte de la amurada de babor, penetrando un casco en la caldera de ese lado…” (21). Según el maquinista Pedro Storace, la caldera de babor de proa resultó rota (22).

Debido a su enfrentamiento con el Angamos, el teniente segundo Santiago Torrico, comandante de la lancha Urcos, fue felicitado por el Jefe Supremo Piérola el 2 de septiembre y nombrado comandante de la lancha Lima, una embarcación de las Fuerzas Sutiles, al igual que la Urcos, artillada con un cañón de retrocarga de 12 libras, otro de avancarga del mismo calibre y un obús.

Bombardeo y Combate del viernes 3 de septiembre

Este fue uno de los combates más fuertes que hubo durante el bloqueo del Callao en 1880 y definitivamente paró los bombardeos del transporte chileno Angamos por la acción de las Fuerzas Sutiles. En este combate, el Angamos fue reforzado por la corbeta O’Higgins, para que esta ataque las lanchas de las Fuerzas Sutiles mientras continuaba su bombardeo sobre el Muelle Dársena.

El contralmirante chileno Galvarino Riveros informó sobre este combate de la siguiente manera:

“El último día del bombardeo, salieron fuera de la Dársena tres lanchas cañoneras enemigas para herir con sus disparos de cañones chicos al “Angamos”; pero envié a la corbeta “O’Higgins” para rechazarlas, lo que efectuó esa corbeta después de algunos disparos. Una de ellas, la “Lima”, fue averiada por un casco de la granada del “Angamos”, i una vez dentro de la Dársena, recibió nuevamente un proyectil de ese crucero, que la echó a pique en el acto, matándole cuatro hombres.

Los fuertes de tierra hicieron numerosos disparos en esos días sobre nuestros buques, pero todos ellos fueron mui cortos.
El “Blanco Encalada” hizo también desde su fondeadero, a 6,400 metros de las baterías de a mil, cuatro disparos para probar el nuevo cañón, pero sus resultado dejó que desear por la mala calidad de los proyectiles, como lo digo a V. S. en nota por separado.

Los disparos hechos por el crucero “Angamos” i cuyos principales efectos deja ya enumerados a V. S., fueron en su totalidad hechos por el capitán de corbeta graduado don Carlos E. Moraga, quién se ofreció espontáneamente para ello. Las punterías han sido inmejorables i el celo i entusiasmo del citado jefe me mueven a recomendarlo a la consideración de V. S.” (23).

El corresponsal del diario “La Patria” escribió lo siguiente sobre el combate:

“Setiembre 3
SS. EE.
Hoy ha sido un día de diversión general en este puerto. La escuadra bloqueadora, ha dado el espectáculo más ridículo que es posible imaginar. El “Angamos”, secundado por el “O’Higgins”, han repetido la singular escena de antes de ayer, pero esta vez con notable y manifiesta mezquindad, poniendo en evidencia la pobreza de espíritu que domina en nuestros enemigos.

A las 11 h. 13 m. a. m. se colocó el “Angamos” en el lugar que tenía costumbre de ocupar y comenzó a disparar sobre la población.

Había hecho apenas tres disparos cuando la lanchita “Urcos” salió del dársena y se dirigió resueltamente sobre él. Un instante después, lo siguieron la “Lima” y el “Arno”. A 3,000 metros de tierra, la “Urcos” rompió sus fuegos sobre el “Angamos”. Visto esto por el enemigo, viró precipitadamente, emprendiendo la retirada á toda máquina. Una vez fuera de tiro se aguantó un instante; pero perseguido por las tres lanchas que avanzaban a toda fuerza, no se creyó ya seguro y volvió a emprender la fuga hasta perderse casi en el límite del horizonte.

Entre tanto, el blindado “Blanco Encalada” desde su fondeadero de la Isla, disparaba repetidos tiros sobre la batería La Punta. Sus proyectiles no lograron salvar la enorme distancia que los separaba; caían en el agua á mil quinientos ó dos mil metros de la ribera. Convencido por fin, de la inutilidad de sus esfuerzos, no resolviéndose a acercarse, por temor á los cañones de a mil, cesó de hacer fuego, después de haber perdido cinco disparos, que no merecieron contestación.

A las 12 m., la “O’Higgins” dejó su fondeadero de la Isla, y se dirigió en protección del “Angamos” que se veía acosado por las lanchas.
Trabose luego un reñido combate entre la “O’Higgins” y el “Angamos” por una parte, y las lanchitas “Lima”, “Urcos” y “Arno” por otra. La acción tuvo lugar a doce o catorce mil metros fuera de la bahía.

Los buques enemigos, intimidados muy pronto con la resuelta actitud de las lanchas, particularmente de la “Lima”, multiplicaban sus evoluciones, tratando siempre de engolfarse mar afuera. Haciendo lujo de una cobardía sin ejemplo, no se animaban á ponerse á tiro. Cada vez que un disparo certero de las lanchitas les anunciaban el peligro, sin guardar consideración a la vergüenza ni el pudor, poniéndose en vergonzosa fuga, poseídos de tal temor y confusión, que hasta los proyectiles del “Angamos” se quedaban cortos ni aun á las lanchas, colocadas sin embargo á seis ó siete mil metros de de tierra.

A la 1 p.m. abandonó el enemigo el teatro del combate, dejando el campo y la victoria por las lanchas; pero media hora después, avergonzado tal vez de su derrota, volvió a emprender de nuevo contra ellas, siendo nuevamente rechazado.
A las 2 p.m. terminó el combate definitivamente, regresando las lanchas victoriosas al dársena, mientras el enemigo iba á esconder su vergüenza y á reparar tal vez sus averías al cabezo de la Isla.

La siguiente tabla indica el número de tiros que se han hecho durante el combate de hoy:
Blanco Encalada…………….. 5
Angamos……………………… 18
O’Higgins……………………. 19
Lancha Lima………………. 24
Id. Arno……………………. 15
Id. Urcos……………………. 9
Baterías……………………. 3
Total 93
…….
Ayer fue nombrado comandante de la lancha “Lima” el teniente segundo Santiago Torrico. Hoy ha demostrado mucha intrepidez y serenidad.
El corresponsal –
R. G. Rosell
Por esta sección –
José Casimiro Ulloa.” (24)

Como leemos, no se menciona que ese día se hundió la lancha Lima, debido a la existencia de la censura en la prensa de la época, pero si el contralmirante chileno Riveros se enteró de tal ddesgracia, es porque tuvo espías que le informaron de tal hecho. En el combate, un proyectil de la corbeta chilena O’Higgins penetró por el costado de la lancha Lima y esta se retiró tumbada sobre babor, llegando al costado del transporte peruano Oroya; ahí se le alistaba para retirarle la artillería cuando le cayó otro proyectil, esta vez del Angamos, se le llevaba para vararla pero finalmente se hundió. También una bomba le cayó a la fragata Apurímac y le destrozó camarotes (25).


El parte oficial de Federico Alzamora sobre el combate, que permaneció inédito hasta ahora, si narra el hundimiento de la Lima:

“El buque enemigo “Angamos”, antes de las once a.m., se desprendió de su Escuadra y navegando con rumbo al Norte, se presentó al frente de las Baterías del Centro de esta plaza. Colocado en la misma distancia que la de los días anteriores, á las once y cuarto comenzó á hacer fuego sobre la Dársena y la población, con intervalos de cuatro a cinco minutos. A pocos momentos después, viró hacia el Oeste para aumentar su distancia al notar la salida de las lanchas Nacionales á vapor, “Lima”, “Urcos” y “Arno”, que se dirijieron al encuentro del buque citado. En este momento, la Corbeta “Unión” fue en su auxilio, rompieron sus fuegos sobre las lanchas, trabándose un combate que apuraban las lanchas obligándolas a huir, y que duró hasta las una y cincuenta y nueve minutos, en que se suspendieron los fuegos por la neblina que sobrevino. Una vez despejada esta, á las tres de la tarde, las lanchas que permanecieron en esta expectativa en sus mismas posiciones volvieron á empeñar un nuevo combate con la Corbeta “O’Higgins”, que hacía fuego a las lanchas, y el “Angamos” al Dársena, el que duró hasta las cuatro y minutos de la tarde. El último tiro del “Angamos”, cuando ya las lanchas habían vuelto á su fondeadero, entró á la Dársena y cayendo sobre la “Oroya” pasó á la lancha “Lima”, sumerjiendola inmediatamente y ocasionando algunas desgracias.

El “Blanco Encalada”, que se encontraba fondeado durante el combate en la Punta de Galeras, disparó cuatro tiros sobre la Batería “2 de Mayo”, los que no alcanzaron a este lugar.

Aproximadamente puede calcularse el número de proyectiles arrojados por el enemigo en 68, y por las Baterías de tierra y las lanchas en 57” (26).

El parte oficial del Cirujano en Jefe del Servicio de Sanidad informa lo siguiente sobre las bajas ocurridas en la lancha Lima:

“Callao, setiembre 4 de 1880
Sor. Cap. de navio, Prefecto y
Comdte. genral de Armas
Tengo el honor de poner en conocimiento de VS. que ayer en el fracaso de la lancha “Lima” han ocurrido las desgracias siguientes:
El teniente del ejército, jefe de vigías, don Juan Quintana, ahogado.
El cuarto maquinista, José Sifuentes, herido levemente en la cara.
El guardián de la expresada lancha, Tomás Godos, herido levemente en la pierna izquierda.
El fogonero de la lancha “República”, Aniceto Arias, herido en el cráneo, murió en el transporte Oroya.
El grumete Augusto Flores del “Oroya”, herido levemente en la pierna derecha.
Asistidos en la primera curación por los médicos de los buques, cuatro de los individuos fueron recogidos por mi y conducidos al hospital de Bellavista con la Ambulancia de Salvadores Callao N° 2; habiéndome acompañado el ayudante señor Miranda desde que me constituí en el Dársena. En cuanto al cadáver del quinto, teniente Quintana, no ha sido encontrado hasta este momento.
Dios guíe a VS.
Santo. Távara” (27).

En resumen podríamos decir que los bombardeos del Angamos no causaron todos los daños que esperaban causar, pero sí causaron algunos daños que no fueron reportados por la prensa peruana de la época debido a la censura del gobierno. También vemos que las Fuerzas Sutiles tuvieron una decisiva acción en alejar al Angamos para evitar que sus tiros alcancen al puerto

Nota
(1) Instrucciones para el uso i conservación de la Artillería Armstrong de marina i de costa de C.B.I.C.C. i del Cañón Krupp de 21 cents. para batería de costa, p. 62. 1883. Valparaíso: Imprenta del Progreso.
(2) José Torreblanca. 1879. Descripción y manejo de los cañones Blakely, Armstrong y Vavasseur de las baterías del Callao, pp. 127-134. Lima: Imprenta del Estado.
(3) Archivo Histórico Militar del Perú (en adelante, A.H.M.P.). Paquete 1880-9, doc. 418.
(4) Francisco Yábar Acuña. 2001. Las Fuerzas Sutiles y la defensa de costas en la Guerra del Pacífico, p. 375. Lima: Fondo de Publicaciones Dirección de Intereses Marítimos.
(5) A.H.M.P. Paquete 1880-9, doc. 451.
(6) A.H.M.P. Paquete 1880-10, doc. 5.
(7) Pascual Ahumada Moreno. 1886. Guerra del Pacífico, recopilación completa de todos los documentos oficiales, correspondencias y demás publicaciones referente a la guerra que han dado a la luz la prensa de Chile, Perú y Bolivia, conteniendo documentos inéditos de importancia, Tomo III, p. 423. Valparaíso: Imprenta i Lib. Americana.
(8) Yábar, Op. Cit., p. 450.
(9) A.H.M.P. Paquete 1880-10, Oficio del capitán de navío De la Barra al Jefe del Estado Mayor de las Baterías del 31 de agosto de 1880.
(10) A.H.M.P. Paquete 1880-10, Oficio del capitán de navío Juan Jibaja al Jefe del Estado Mayor de las Baterías del 30 de agosto de 1880.
(11) Ahumada, Op. Cit., p. 423. Correspondencia de Leónidas Cárdenas.
(12) A.H.M.P. Paquete 1880-10, Parte oficial del capitán de navío Federico Alzamora al Prefecto y Comandante General de Armas del Callao del 31 de agosto de 1880.
(13) Archivo Histórico de la Marina de Guerra del Perú. Diario de Bitácora de la corbeta Unión, p. 240.
(14) Yábar, Op. Cit., pp. 452-453.
(15) A.H.M.P. Paquete 1880-10, Batería Piérola, septiembre 1° de 1880.
(16) Diario El Peruano, 1° de septiembre de 1880.
(17) A.H.M.P. Paquete 1880-10, Parte oficial del capitán de navío Federico Alzamora al Prefecto y Comandante General de Armas del Callao del 1° de septiembre de 1880.
(18) Yábar, Op. Cit., p. 451.
(19) El Peruano, 2 de septiembre de 1880, Correspondencia para “La Patria”.
(20) A.H.M.P. Paquete 1880-10, Parte oficial del capitán de navío Federico Alzamora al Prefecto y Comandante General de Armas del Callao del 2 de septiembre de 1880.
(21) A.H.M.G.P. Diario de Bitácora de la corbeta Unión, p. 240.
(22) Pedro Luis Storace. 1971. Un Marino Italiano en la guerra de 1879, p. 120. Lima: Centro de Estudios Histórico Militares del Perú.
(23) Ahumada, Op. Cit., T. V, pp. 68-69. Parte oficial del contralmirante Galvarino Riveros al Ministro de Guerra y Marina del 5 de septiembre de 1880.
(24) El Peruano, 3 de septiembre de 1880, Correspondencia para “La Patria”.
(25) Yábar, Op. Cit., p. 459.
(26) A.H.M.P. Paquete 1880-10, Parte oficial del capitán de navío Federico Alzamora al Prefecto y Comandante General de Armas del Callao del 4 de septiembre de 1880.
(27) A.H.M.P. Paquete 1880-10, Parte oficial del Cirujano en Jefe Santiago Távara al al Prefecto y Comandante General de Armas del Callao del 4 de septiembre de 1880.