Por: Yusuf Fernández

El 28 de diciembre, el presidente estadounidense, Barack Obama, firmó la así llamada “Acta para Contrarrestar a Irán en el Hemisferio Occidental”, que busca socavar las crecientes relaciones de Irán con América Latina, una región que ha sido vista tradicionalmente por EE. UU. como su patio trasero y una esfera de influencia.

mapa iran region

El Acta, aprobada por los congresistas a principios de este año, obliga al Departamento de Estado de EE. UU. a desarrollar una estrategia en el plazo de 180 días para “abordar la creciente presencia y actividad hostil” de Irán en América Latina. El Acta señala que “los lazos comerciales y diplomáticos de Irán son una amenaza a la seguridad nacional de EE. UU.” Ella es vista, sin embargo, como otra acción antiiraní fabricada por el lobby sionista en EE. UU.

Poco antes, en julio de 2011, Robert F. Noriega —antiguo secretario de Estado adjunto para Temas del Hemisferio Occidental, exembajador estadounidense ante la Organización de Estados Americanos (OEA) y actual profesor visitante en el Instituto de Empresa Americano, una de las entidades controladas por los neocon en EE. UU.— dijo en una sesión ante el Subcomité sobre Contraterrorismo e Inteligencia que Irán estaba llevando a cabo una “ofensiva estratégica” en América Latina.

Sin embargo, la población latinoamericana sabe muy bien que, durante más de 100 años, fue EE. UU., y no otro país, el que sembró el terror, la guerra, la pobreza y la represión en toda América Latina en forma de golpes de estado patrocinados por la CIA y el apoyo a los crímenes de las bandas paramilitares, el terrorismo y los regímenes dictatoriales. Militares hallados culpables de las peores violaciones de los derechos humanos en los países latinoamericanos fueron formados y entrenados en la tristemente célebre Escuela de las Américas por oficiales estadounidenses.

En realidad, el Acta es otra evidencia del rápido declive de la influencia estadounidense en América Latina. Los países latinoamericanos han desarrollado sus propias políticas y creado bloques independientes —ALBA, UNASUR y CELAC—, mientras que la Organización de Estados Americanos, que incluye a EE. UU. y Canadá, ha estado perdiendo poder debido a su sumisión a las políticas norteamericanas en temas tales como la participación de Cuba en sus cumbres.

Varios países latinoamericanos han reforzado sus vínculos diplomáticos y comerciales con Irán en los años recientes, mientras que sus relaciones con los EE. UU. se han visto deterioradas en medio de una demanda popular para poner fin a la dependencia de Washington. Aunque los EE. UU. es todavía el mayor socio comercial de muchos países latinoamericanos, su crisis financiera y económica ha afectado a éstos de manera adversa. Esto ha llevado a algunas naciones, tales como México, a anunciar su intención de diversificar sus socios comerciales en los próximos años.
 
Como socio internacional, la República Islámica es una de las mejor posicionadas para ayudar a los países latinoamericanos a desarrollar sus economías y sus capacidades científicas y tecnológicas en muchos campos. La industria iraní está altamente desarrollada. El país posee asimismo una notable experiencia en la explotación del petróleo y el gas y en otros sectores que incluyen la salud, la defensa, la agricultura y la tecnología espacial.
 
Teherán ha ayudado a Venezuela a construir drones no tripulados como parte de su cooperación militar. Refiriéndose a la información de un medio español que señalaba que fiscales estadounidenses estaban investigando la producción de drones en Venezuela, el presidente Hugo Chávez dijo: “Por supuesto que estamos haciéndolo y tenemos el derecho de hacerlo. Somos un país libre e independiente”. En un discurso televisado ante oficiales del Ejército en el Ministerio de Defensa de Venezuela, Chavez dijo que el aparato sólo tenía una cámara y era exclusivamente para propósitos defensivos. Él afirmó que Venezuela planeaba pronto comenzar a exportar el drone. Además, Irán y Venezuela poseen mutuas inversiones por valor de unos 5.000 millones de dólares en fábricas de cemento, satélites y tractores. Los iraníes han ayudado asimismo al país latinoamericano a construir unas 14.000 viviendas.
 
Teherán ha establecido significativas relaciones económicas y políticas con el gobierno de Evo Morales en Bolivia y con el de Rafael Correa en Ecuador. Los vínculos de Irán con Argentina, donde los círculos sionistas han intentado sin éxito culpar a aquel país por el atentado contra AMIA de 1994, están rápidamente mejorando y el gobierno de la presidenta Cristina Fernández está promoviendo una línea más conciliatoria hacia Teherán.
 
Los países latinoamericanos, especialmente aquellos que siguen una política independiente, confían en Irán porque saben que los iraníes no pueden ser presionados para traicionar un acuerdo que moleste a los EE. UU. o sus aliados. Ésta una de las principales razones para la creciente popularidad de Irán en América Latina a pesar de la propaganda de los medios de comunicación sionistas y las acciones políticas y diplomáticas estadounidenses.
 
Hispan TV, el canal iraní en lengua española, es también temido por el establishment norteamericano y los círculos sionistas porque está dando a las audiencias latinoamericanas información precisa sobre Oriente Medio y los acontecimientos internacionales que deja en evidencia las mentiras de las agencias y medios controlados por los sionistas. La reciente expulsión de Hispan TV del satélite español Hispasat es, en este sentido, un intento desesperado de impedir que el canal llegue a las grandes audiencias. Sin embargo, esta acción, como otras similares llevadas a cabo en el pasado, está condenada al fracaso.
 
De este modo, las naciones latinoamericanas no permitirán que los EE. UU. dicte su política exterior en el tema de sus relaciones con Irán o cualquier otro país. De hecho, Washington ha tenido ya una señal de esto cuando intentó presionar a estos países para que se opusieran a la iniciativa de Palestina para conseguir el estatus de estado observador en las Naciones Unidas. Sin embargo, sólo un país, Panamá, cuyo gobierno tiene fuertes vínculos con Israel y el lobby sionista, votó en contra de la misma.

HispanTV, 13-01-2013


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