Uno de los peores casos de incesto en el mundo conmociona a Australia tras revelarse que una familia perpetró incestos por cuatro generaciones.
El caso, aunque con identidades de los involucrados protegida (se les asignó el seudónimo de “familia Colt”), fue conocido cuando se ventiló en una corte de ese país que buscó retirar la custodia de los niños, encontrados con deformidades y degeneraciones biológicas, viviendo en condiciones paupérrimas.
El grupo familiar se remonta a tatarabuelos que eran hermanos y durante años, hermanos y hermanas, tíos y sobrinos y padres e hijas sostuvieron relaciones sexuales entre ellos y migraron a diversos estados australianos con la finalidad de evitar se les identique como una familia, informa el portal australiano News.
Los sujetos provienen de una comunidad rural del suroeste de Sidney, donde no se percataron del hecho hasta que ciudadanos alertaron a las autoridades que había niños que no asistían a la escuela.
Cuando la Policía y servidores sociales llegaron al lugar, hallaron nos 40 adultos y niños que vivían en caravanas, casetas y tiendas de campaña, sin servicios higiénicos, sistema de agua ni desagüe y rodeados de alimento en putrefacción.
Todos los menores presentan problemas de salud, desde infecciones cutáneas y bucales hasta deformidades y deficiencias mentales, pues no se podía entender lo que decían, ni leían o contaban. Como se sabe, la prole de actos incestuosos presenta degeneraciones conocidas.
Los servicios sociales australianos ahora se ocupan de brindar sostenimiento, protección legal y tratamiento psicológico y de salud a estos niños.
